Durante la presentación de su libro, el presidente Javier Milei reiteró su posición contra los derechos sexuales y reproductivos llamando al aborto «agenda asesina». Días antes, fue expositor invitado en la cumbre de VOX, partido de ultraderecha español que ejerce influencia a través de su relación con grupos antiderechos en Latinoamérica.
El 18 de agosto se instaló el nuevo Congreso de los Diputados en España, con el partido de ultraderecha VOX con 19 escaños menos que en 2019. Para entender más sobre los resultados de las recientes elecciones, La Mala Fe conversó con Alberto Hidalgo, politólogo especialista en incidencia política, derechos humanos, diversidad e igualdad de género.
En las elecciones generales de España el 23 de julio, el partido de ultraderecha Vox perdió 19 escaños del Congreso. Y aunque el Partido Popular (PP) fue el más votado, analistas indican que es «casi imposible» que llegue a gobernar.
En distintos países de Latinoamérica y Europa se lleva a cabo la denominada «Marcha por la vida», que aboga por los fetos, pero niega la violencia de los embarazos infantiles forzados. Este despliegue de recursos, que une a grupos religiosos con políticos conservadores, busca movilizar a la población contra el aborto a través de la desinformación.
Luego de la aprobación de una nueva ley del aborto en España, la organización Hazte Oír envió a diputados españoles un feto de plástico en una bolsa con un líquido que asemeja a la sangre. Las estrategias de intimidación son una constante en el lobby antiderechos en Europa y Latinoamérica.
Publicada en octubre de 2020, la Carta de Madrid apareció como respuesta al Foro de Sao Paulo y al Grupo de Puebla, y busca combatir “el avance del comunismo” al cual considera “una seria amenaza para la prosperidad y el desarrollo de nuestras naciones”. Esta declaración de principios, impulsada por el partido español Vox, se encuentra rotando en América Latina, en la búsqueda de nuevos adherentes.
Esta medida pretende condicionar una enseñanza con enfoque de género, donde se aborden temas como la sexualidad, el feminismo o la diversidad LGBTI, a una «autorización expresa» de los padres de familia, lo que vulnera el derecho a la educación de miles de menores españoles.
