Las reacciones ante las declaraciones del Papa Francisco no se hicieron esperar.
“Condenamos estas declaraciones que hacen referencia a la idea de que la homosexualidad es una enfermedad. Si hay una enfermedad es esta homofobia arraigada en la sociedad”, señaló a AFP Clémence Zamora-Cruz, portavoz de Inter LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales).
La ONG 100% Diversidad y Derechos de Argentina refirió al diario Clarín que «Las palabras del papa estigmatizan y exponen a la tortura psicológica a miles de personas que no se adecuan al modelo rígido y patriarcal de la doctrina católica imperante, especialmente a niños y adolescentes violentadas por sus propias familias».
Por su parte, Óscar Escolano, portavoz y secretario de la Comunidad de Cristianos Homosexuales de Madrid, dijo a El País que «este tipo de declaraciones que mezclan menores, homosexualidad y psiquiatría son muy peligrosas porque causan mucho daño en la comunidad LGBTI y en las familias».