Por su parte, el congresista Alejandro Muñante, del partido de derecha Renovación Popular, defendió al gobierno señalando que no era este el que calificaba a las personas trans como enfermas mentales, sino la OMS. «Lo que sí ha hecho el gobierno es otorgarles el aseguramiento en Salud», dijo.
Como se mencionó antes, el proyecto de ley que buscaba eliminar las ECOSIEG ha estado encarpetado desde 2019. Asimismo, en 2022, congresistas conservadores de Perú bloquearon la aprobación de convenciones internacionales contra la discriminación y la intolerancia. Entre las categorías que se establecían como prohibidas de discriminación estaban: sexo, orientación sexual, identidades y expresión de género.
Los legisladores que participaron de esa arremetida contra los derechos de la población LGTBIQ+ tomaron en cuenta las opiniones de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y la Alianza en Defensa de la Libertad (ADF), organizaciones religiosas que hacen lobby para incidir contra los derechos sexuales y reproductivos a nivel mundial. De acuerdo a un reporte de NARAL Pro-Choice, ADF financió el proyecto Pray in Jesus Name, dedicado a realizar terapias de conversión.
Así, no sorprende que el decreto aprobado por el Estado peruano no haya levantado muchas reacciones en un Congreso de mayoría antiderechos. A la fecha, se conoce que solo la legisladora independiente Flor Pablo ha solicitado a la Presidencia y al ministerio la derogación de dicha norma, mientras que Alejandro Cavero, congresista del partido de derecha Avanza País, envió un oficio al ministro de Salud pidiendo conocer qué acciones tomará el sector para evitar la discriminación.
Por su parte, profesionales de salud mental y organizaciones defensoras de derechos humanos anunciaron que realizarán un plantón en el Ministerio de Salud este viernes 17 de mayo.