En el mismo sentido que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la Alianza en Defensa de la Libertad (ADF) también envió al Congreso su opinión al Congreso de Perú. La ADF es una organización internacional fundada por cristianos fundamentalistas que cuenta con más de 3 mil abogados situados en 51 países dedicados a emprender acciones legales contra las políticas y proyectos de ley a favor de las personas LGBTIQ y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
La opinión de ADF calificó las convenciones internacionales como “convenciones mordaza” porque “tienen una definición excesivamente amplia del concepto de intolerancia que es susceptible de ser abusada y que posiblemente tendrá un efecto de censura contrario a la libertad de expresión”.
De acuerdo a una investigación del medio digital Wayka.pe, ADF aparece en un reporte de NARAL Pro Choice America (asociación que defiende los derechos sexuales y reproductivos en Estados Unidos) como aliada de “Focus on the Family” y financista de “Pray in Jesus Name”, ambas organizaciones religiosas dedicadas a ejercer terapias de conversión contra personas LGBTIQ.
Por un lado, la organización “Focus on the Family” ofrece atención para niños, niñas y adolescentes con supuestos “problemas de homosexualidad” o “problemas de identidad de género”, y califican a la población LGBTIQ como “enfermizas” y afirman que “la tasa de ataques sexuales de delincuencia (…), las enfermedades transmisibles (…) son mayores en la comunidad gay”.
Mientras que la organización religiosa “Pray in Jesus Name”, entre 2011 y 2012, recibió una donación de 20 mil dólares de ADF, según un reporte del NARAL Pro Choice America. Este grupo es dirigido por el político estadounidense ultraconservador Gordon Klingenschmitt, que es conocido internacionalmente por afirmar que “exorcizó” a una soldada lesbiana víctima de violación sexual y que las personas LGBTIQ “tienen algo no humano dentro de ellas”.