A pesar de la crítica situación sanitaria que está atravesando Bolivia en estos momentos, agravada por una huelga de profesionales de la salud que ya va a alcanzar su primer mes, colectivos antiaborto como 40 Días por la Vida y Salvemos las 2 Vidas siguen realizando actividades que congregan gente y ponen en peligro al resto de la población.
Equipo de redacción de La Mala Fe.
La pandemia de la COVID-19 azotó con fuerza el país altiplánico. Desde su primer deceso, ocurrido el 29 de marzo del 2020, el índice de muertes extrahospitalarias se disparó, sobre todo en los departamentos de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, en donde se registraron casos de víctimas localizadas en domicilios, autos, calles e incluso en los alrededores de los centros de salud.
Al 8 de marzo, la Dirección Nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud y Deportes de Bolivia tenía registrados 254 736 contagios, 199 000 recuperados y 11 845 fallecidos a nivel nacional desde el inicio de la pandemia. Además, un reciente estudio (https://www.swissinfo.ch/spa/coronavirus-bolivia_un-estudio-evidencia-que-en-bolivia-est%C3%A1n-presentes-4-variantes-de-la-covid/46425068) encontró que en el país ya circulan cuatro variantes de la COVID-19, incluidas la europea y la australiana, que tienen la característica de ser más contagiosas.
Además, la nueva Ley de Emergencia Sanitaria ha resquebrajado la relación entre el Estado y los profesionales de la salud de Bolivia. Dos artículos en particular llaman la atención de los galenos: uno prohíbe paralizar actividades en los hospitales y el otro abre una puerta para la contratación de personal extranjero. Esta norma ha llevado a que el Consejo Nacional de la Salud (Conasa) llame a un paro general movilizado “en razón a la falta de voluntad del gobierno a dialogar con el sector salud”, señalaron en un comunicado el 19 de febrero. La medida se ha mantenido y extendido hasta el 15 de marzo, “hasta lograr que se abrogue la ley de emergencia sanitaria”, señalaron.
A pesar de esta situación crítica, existen organizaciones antiderechos que plantean encuentros sociales que ponen en riesgo la salud de sus seguidores y de la gente a su alrededor.
Por ejemplo, 40 Días por la Vida Bolivia llamó desde sus redes sociales a la formación de un grupo de voluntarios que realicen jornadas de ayuno, oración y “vigilia pacífica” al frente de un centro de salud que realice abortos. “Lo que queremos es motivar a nuestra gente que se emocionen por ir frente a esos lugares de muerte en las calles, visibilizando el tema del aborto, tocando conciencias, llamando a la reflexión, cuestionando a médicos o personal si es que realizan abortos, orando por su conversión”, señaló Elisa Lanza, organizadora de la campaña, en una entrevista en el portal Iglesia Viva.
40 Días por la Vida es una campaña que se realiza dos veces al año: la primera durante la Cuaresma y la segunda en el mes de septiembre. Este año arrancó el 17 de febrero (en Miércoles de Ceniza) y, a pesar de la pandemia global, se encuentra presente en Cochabamba, Oruro, Potosí, Tarija, Yacuiba, La Paz y Sucre. Se trata de jornadas de vigilia de oración durante 40 días, 12 horas por día, fuera de un centro de aborto en estas comunidades.
Pese a que convocar a un grupo de personas en un lugar y por un tiempo prolongado implica un mayor riesgo de contagio, la organizadora se ampara en que la salud de todos los participantes está en manos de Dios: “Sabemos que estamos en una época de enfermedad muy difícil, pero en la anterior campaña (septiembre 2020), con la bendición de Dios, no ha habido ni un solo contagiado. Porque vamos con esa fe: si hacemos las cosas de Dios, llevándolo a las calles, Dios cuidará de nosotros y de los nuestros. Vamos con esa certeza”, añadió Lanza.
40 Días por la Vida es una organización no gubernamental internacional con presencia en 63 países y tiene como eslogan: “El principio del fin del aborto”. Llevan una contabilidad de las “vidas salvadas” durante su campaña (según su página de Facebook, a nivel mundial al 3 de marzo van 118 casos).
Aunque en sus videos y publicaciones siempre hacen hincapié de que sus actos son “pacíficos”, hay estudios que demuestran lo contrario. La publicación “Culpa, angustia e intimidación. El impacto de las manifestaciones antiaborto en las usuarias de Oriéntame” narra la manera cómo se realizaron estas vigilias en Bogotá durante el 2015, fuera de los centros de Oriéntame, institución que vela por la promoción de los derechos sexuales y reproductivos y que brinda servicios de atención integral del aborto legal en Colombia.
“Los y las manifestantes abordaron a algunas mujeres en la calle y por medio de la provisión de información tergiversada intentaron presionarlas para que continuaran sus embarazos. Algunas fueron hostigadas: les bloquearon la entrada a Oriéntame, las persiguieron, les infundieron miedos sobre la clínica y la transgresión moral del aborto (…) La alusión a la religión, a la vida del feto y a la maternidad les profundizó la culpabilidad que habían experimentado antes de optar por abortar”, señala el documento.
Y añade que la conducta de los manifestantes fue tornándose más agresiva con el paso de las vigilias: “La primera vez que las realizaron repartieron volantes que equiparaban el aborto con el asesinato, exclamaron alabanzas y arengas a gritos -entre ellas “¡Aborteros a la hoguera!- y tomaron fotografías de las usuarias de Oriéntame (…) Para la tercera vigilia hicieron más visibles y numerosos sus carteles y adoptaron métodos para interceptar la privacidad de las usuarias y recoger sus números de celular para enviarles constantemente mensajes para la continuación del embarazo”.
Por otro lado, la agrupación Salvemos las 2 Vidas Bolivia ha venido organizando desde febrero una serie de colectas en Santa Cruz. “Los jóvenes pro vida no solamente somos reaccionarios sin o que también damos propuestas para ayudar y contribuir en la mejora de nuestra sociedad. Es por ello que nace el proyecto “Talita Cumi”, el cual tiene por objetivo ayudar a niños huérfanos y en situación de vulnerabilidadad. También poder ayudarlos a crecer en su educación integral”, detallan en una publicación reciente en su cuenta de Facebook.
Para este proyecto, desde sus redes sociales convocan a jóvenes interesados en participar para que entren en contacto con el coordinador departamental del proyecto y sean registrados para la próxima colecta. No hay mucha información adicional al respecto hasta el momento. Solo se conoce que el monto recaudado servirá para este y otros futuros proyectos.
En este portal damos alerta de los avances y las estrategias que el fundamentalismo y la agenda antiderechos implementan en los países de la región y resaltamos a las voces y propuestas que están dispuestas a combatirlos y que defienden los derechos reproductivos, la diversidad sexual y el enfoque de género.
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