Frente a este tipo de iniciativas, ¿hay algún tipo de contenido o materia que podría verse más afectado que otros?
Como tienen una visión literalista del currículo, se fijan en las áreas con explícitos contenidos de comprensión de la realidad, como las ciencias sociales, educación cívica. Ellos consideran que el aprendizaje tiene que ver sólo con los textos escritos, no con la experiencia escolar que es una vivencia integral. Lo más importante para el aprendizaje de los jóvenes sobre sexualidad es lo que no está explícito en el currículo ni se formaliza en el aula a través del curso o sesiones de aprendizaje. Es lo que se vive en la experiencia escolar.
También creo que no habría nada más social que las matemáticas, porque hoy hablamos de la pandemia y aparece una cifra casi de inmediato. Los índices e indicadores están constantemente matematizando la comprensión de la pandemia. Con esto quiero decir que toda materia puede tener una vinculación con los grandes asuntos de la sociedad. Matemáticas como inglés. Lo que sí es cierto es que hay cursos cuya orientación principal es la construcción de la comprensión de la realidad para poder intervenir en ella. Esos son algunos cursos a los cuales estos grupos conservadores han incorporado en este proyecto de ley.
¿Por qué es importante la educación sexual integral y el enfoque de igualdad de género contenidos en el currículo escolar?
Esos son contenidos fundamentales. No solo tienen una dimensión sectorial, somos personas sociables. La idea fundamentalista es que el hombre y la mujer nacen como tales. Entonces el currículo dice que en el proceso de interacción se van dando formas de construcción de nuestra identidad de género, en nuestra manera de ser hombre o mujer, en nuestras orientaciones e identidades. Es una construcción sociocultural que se da en la interacción. En ese sentido el enfoque es bueno, y por eso se ha defendido, se ha sostenido. Entonces ahora vemos un intento de rodear el enfoque de género para cambiarlo por el lado de una modificación más global de los contenidos curriculares. Y cuando apuntan a eso es porque saben lo que están haciendo.
¿Cree que este tipo de iniciativas afectaría a los padres que sí apuestan por lo que les ofrece el sistema educativo?
El gran temor que yo tengo es que esto siga debilitando el sistema educativo. Hoy vemos que la educación y la salud pública llegan a la gente que lo necesita. Estamos viendo el valor de lo público. Entonces ese debilitamiento de la educación pública que generaría este proyecto de ley encuentra un terreno abonable a la naturalización de la idea de que la educación pública es de baja calidad y que aquellos con más ventajas reciben más educación, y los que tienen más adversidades reciben menos educación.
Hay países como Argentina, Uruguay, Costa Rica, con mucha mayor valoración de la educación pública que nosotros. Y donde una propuesta como la de Renovación Popular no cabría. No duraría una propuesta de esta naturaleza en el debate público por la presencia de los sindicatos de maestros. El proyecto de Esdras Medina acá ha salido con 14 votos a favor en la Comisión de Educación del Congreso, casi por unanimidad, incluso votaron a favor personas con formación sindical. Yo no creo que eso pase en Argentina o Brasil.