Manipulación y violencia en el lobby de grupos antiderechos contra el aborto
Luego de la aprobación de una nueva ley del aborto en España, la organización Hazte Oír envió a diputados españoles un feto de plástico en una bolsa con un líquido que asemeja a la sangre. Las estrategias de intimidación son una constante en el lobby antiderechos en Europa y Latinoamérica.
Equipo de redacción de La Mala Fe.
El lunes 27 de febrero, diputados y diputadas del Congreso español recibieron una carta junto a un feto de plástico en una bolsa con un líquido rojo que hace pensar en la sangre. La entrega —que solo puede ser calificada de macabra— procedía de Derecho a Vivir, una plataforma asociada a la organización católica de ultraderecha Hazte Oír.
«Quizás viendo esta réplica de ser humano a escala real pueda comprender cómo es la criatura que usted, con su voto de diputado, permite eliminar en un procedimiento quirúrgico de extrema violencia y crueldad. Quizá así entienda por qué la gran mayoría de médicos se niega a practicar abortos», decía la carta firmada por Ignacio Arsuaga, presidente de Hazte Oír y Derecho a Vivir.
El pasado 16 de febrero, el Congreso español aprobó una reforma a la ley del aborto, eliminando restricciones para su acceso. Uno de los cambios es que las jóvenes de 16 y 17 años puedan realizarse el procedimiento sin consentimiento de sus padres. Además, se eliminaron los tres «días de reflexión» que eran ordenados antes. Las acciones de Hazte Oír son una respuesta a ese avance.
La diputada Mireia Vehí, del partido Candidatura de Unidad Popular (CUP), calificó el envío de los fetos de plástico como asqueroso. «Estoy harta de que los señores de la extrema derecha me manden cosas al despacho que van en contra de los derechos de las mujeres», señaló en una conferencia de prensa.
Por su parte, la diputada de Podemos, Martina Velarde, también señaló estar cansada de Hazte Oír y reclamó que los dejen en paz. «La mitad enviabais a vuestras hijas a Londres para que no os hicieran ‘pasar vergüenza’ en el pueblo, mientras no os importaba que las mujeres sin recursos perdieran la vida o la salud en las mesas de cualquier tugurio clandestino», escribió desde su cuenta de Twitter.
Diputados y diputadas de izquierda han denunciado acoso por parte de grupos ultracatólicos luego de la aprobación de una nueva ley del aborto. Los fetos de plástico enviados por el presidente de Hazte Oír y Derecho a Vivir son parte de una estrategia de intimidación que los antiderechos usan hace décadas.
Foto: Javier Sánchez Serna / Cadena SER
El uso de los fetos de juguete para manipular el debate en torno al aborto no es nuevo en España. Como se recuerda, en 2019, el partido de ultraderecha VOX —antes aliado de Hazte Oír— se dedicó a repartir muñecos como parte de su campaña en Sevilla el Día de los Santos Inocentes. «Hemos querido visibilizar el auténtico holocausto que supone el aborto», dijo entonces Cristina Peláez, lideresa de VOX en ese ayuntamiento.
Una investigación del 2017 del medio La Sexta también reveló cómo Citizen Go, el grupo al que pertenece Hazte Oír, buscaba influir en las decisiones del Parlamento Europeo. Andrés Perelló, eurodiputado del 2000 al 2014, contó que en el marco de la presentación de un informe sobre los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, recibieron una carta con un feto de plástico y una nota que decía que eso era lo que se mataba si había un aborto. Lina Gálvez Muñoz, actual diputada del Parlamento Europeo, comentó en Twitter que lo mismo sucedió en 2019 y en 2013.
En esta misma red, el periodista Pablo Garcia-Conde recordó que el Instituto de Política Familiar (IPF) entregó a los parlamentarios españoles un feto de plástico como parte de su campaña contra el aborto en 2010. Más de una década después, los grupos antiderechos continúan usando métodos similares. Y no solo en Europa, sino en países de Latinoamérica.
Fetos, amenazas y acoso
Además de España, uno de los países donde Citizen Go y Hazte Oír ha puesto más fuerza al lobby antiaborto es Argentina. En 2018, estas organizaciones financiaron costosos anuncios publicitarios que buscaban presionar a políticos argentinos para no votar a favor de la legalización del aborto. Esa estrategia fue de la mano con el envío masivo de cartas y correos a los legisladores que estaban en duda respecto a su voto.
La campaña en Argentina también ha tenido a los fetos como protagonistas, pero —a diferencia de los juguetes miniatura de Europa— con un embrión de seis metros al que le pusieron de nombre ‘Alma’. El muñeco de papel fue construido por la organización Elegimos la Vida en La Plata y tuvo que ser transportado en un trailer hasta Buenos Aires para la llamada Marcha por la Vida. Según sus creadores, representaba un feto de 12 semanas de gestación y era usado para dar charlas en los colegios. Es decir, para desinformar sobre el aborto.
La amenaza y la violencia también es parte de la estrategia de los grupos antiderechos. En el 2020, cuando se puso en debate la despenalización del aborto en Puebla (México), aparecieron pintas en las calles que decían «si hay aborto, hay guerra». Mientras tanto, líderes de organizaciones ultraconservadoras aseguraban que defenderían su religión «con un crucifijo en la mano y con la espada en la otra», reportó el medio Ojo Público.
Cabe recordar que estas acciones se atribuyen a El Yunque, una organización católica secreta que fue fundada en Puebla hace más de 80 años, que actualmente tiene presencia en una veintena de países de América y Europa. Se ha reportado que es esta organización la que está detrás de VOX, Hazte Oír y Citizen Go.
Los vastos recursos de este grupo son los que hacen posible la difusión de mensajes contra los derechos sexuales y reproductivos en paneles publicitarios o buses, y también el acoso organizado a políticos y políticas. En el 2021, la Corte Constitucional de Colombia recibió 1.672 correos durante dos días, y todos tenían exactamente el mismo mensaje: la despenalización del aborto es facultad del Congreso y no de un órgano judicial. Este fue el resultado de una convocatoria realizada por el colectivo Unidos por la Vida, en conexión con Citizen Go.
Estas intervenciones masivas también buscaron sacar del proceso a magistrados de la Corte, o declarar la nulidad del proceso para impedir la despenalización del aborto. En estos casos, los miles de correos generaron retraso en la discusión. De acuerdo al reporte de Ojo Público, un líder provida resumió estas acciones así: «No nos cansemos de cansarlos. Tuiteen, etiqueten a la Corte, extiendan el mensaje a sus amigos y familiares». Y lamentablemente, las amenazas y el acoso han demostrado tener efecto en más de una ocasión.
Información veraz, articulación regional e investigaciones rigurosas
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