Desde entonces, según reportes de los medios locales, en Estados Unidos se han registrado más de un recién nacido abandonado en un buzón, sobre todo en Indiana, el primer estado en aprobar una ley “antiaborto” luego de que la Corte Suprema retrocediera en materia de derechos sexuales y reproductivos.
Entre abril y mayo, la prensa local reportó hasta 3 bebés dejados en una estación de bomberos en Indiana. Y en los siguientes meses, se registraron 3 recién nacidos más dejados en otros buzones en el mismo estado.
Los “buzones para bebés”, o “baby boxes” como se conoce en inglés, es una antigua práctica impulsada por la Iglesia Católica. En un inicio, esta medida se llevaba a cabo a través de cilindros que giraban para recibir a los bebés que los padres y madres abandonaban afuera de los conventos o iglesias. Esta práctica tuvo su origen en Italia y para la década del 1800 se extendió por toda Europa. Con la colonización, los “baby boxes” incluso llegaron a América, donde estuvo vigente desde el siglo XVIII hasta inicios del siglo XX.
Actualmente, esta práctica es promovida por la activista conservadora Monica Kelsey, quien dice ofrecer “a las madres desesperadas una forma de dar en adopción a sus recién nacidos bajo el anonimato”. Kelsey también sostiene que “los abandonos se producen en todas partes, pero la gente no es consciente de ello porque no ocurre en su patio trasero”. “Todos estamos de acuerdo en que un bebé debe ser colocado en mi caja y no en un contenedor para que muera”, agrega.