En los últimos tres meses, diversas iniciativas de ley que van en contra de los derechos sexuales y reproductivos y del reconocimiento de las identidades de las personas trans y no binarias han avanzado en el Congreso de Guatemala. Las propuestas legislativas en cuestión tomaron mayor impulso desde que el Congreso es presidido por Shirley Rivera Zaldaña, una diputada conservadora y antiderechos.
Una de las iniciativas que más ha progresado en el Congreso de Guatemala es un proyecto de ley que busca declarar el 9 de marzo como “Día por la Vida y la Familia”. El peligro, sin embargo, se encuentra en el trasfondo. Esta propuesta busca “resaltar la importancia al respeto por la vida, la familia, el no al aborto (…) evidenciar la obligación estatal en creación e implementación de políticas públicas encaminadas a la concientización de la población al respeto por la vida y la familia”.
Entre líneas, esta iniciativa promovida por la presidenta del Congreso, Shirley Rivera, busca restringir los derechos sexuales y reproductivos, con énfasis en la interrupción voluntaria del embarazo en casos de niñas, adolescentes y mujeres víctimas de violación sexual.