El 22 de octubre, se firmó en Estados Unidos la “Geneva Consensus Declaration” (Declaración de Ginebra: Consenso), un documento que rechaza la interrupción voluntaria del embarazo como un derecho humano internacional de las personas con capacidad de gestar.
Brasil y Estados Unidos impulsaron en Naciones Unidas (ONU) esta acción, totalmente opuesta a las políticas que esta instancia internacional promueve a favor del acceso al aborto no punible y el papel de la familia.
Si bien este documento contó con la firma de 32 firmas de estados en total (Bahrein, Bielorrusia, Benin, Brasil, Burkina Faso, Camerún, República del Congo, República Democrática del Congo, Djibuti, Egipto, Reino de Eswatini, Gambia, Haití, Hungría, Indonesia, Irak, Kenia, Kuwait, Libia, Nuru, Niger, Omán, Pakistán Polonia, Arabia saudí, Senegal, Sud Sudán, Sudán, Uganda, Emiratos Arabes Unidos, Estados Unidos de América y Zambia), esta iniciativa contó con dos intervenciones destacadas: