Expertos y defensores han indicado repetidamente a Rewire.News que los hospitales privados como Christus, que existen fuera del sistema público y donde los pacientes pagan de su bolsillo o mediante un seguro privado, son sólo para los ricos.
“Las personas que van a estos hospitales son personas que tienen dinero y que están acostumbrados a tomar sus propias decisiones”, dijo López Uribe, expresando incredulidad de que tales pacientes fueran a tolerar restricciones a la anticoncepción.
No obstante, más de un tercio de los mexicanos cubiertos por los programas públicos, a veces, sigue acudiendo a atención ambulatoria privada. Incluso entre las clases socioeconómicas más bajas de México, aproximadamente el 18 por ciento de los pacientes buscan los servicios de un médico privado como su primer punto de contacto. Los pacientes inscritos en programas públicos pueden acudir al sector privado para evitar lo que puede convertirse en meses de espera para ciertos servicios o porque creen, correctamente o no, que obtendrán una mejor atención.
El Dr. Noé Alfaro Alfaro, profesor de la Universidad de Guadalajara, dice que existe cierta “privatización oculta” de los servicios de atención médica en México, entre otros, a través de la tercerización del gobierno de los servicios públicos a empresas privadas. Al igual que otras grandes empresas, Christus Muguerza participa en estos tipos de acuerdos; en Chihuahua, por ejemplo, la empresa tiene un contrato para proporcionar atención a empleados del Estado. En un plano más amplio, Christus está tratando de atraer a los mexicanos inscritos en los programas públicos con promociones, membresías y tecnología de punta.
Sánchez dijo que hay muchos mexicanos que “buscan cuidados de salud privados baratos y asequibles”. Por eso, Christus se está dirigiendo a la atención ambulatoria, la cual le permite “tener precios muy competitivos”, indicó.
Christus también opera cuatro clínicas para pacientes de bajos ingresos en las ciudades de Monterrey, Chihuahua y Saltillo. Cuando Rewire.News llamó a estas clínicas, dos dijeron que no ofrecían anticonceptivos, mientras que las otras dos dijeron que no insertaban dispositivos anticonceptivos, pero ofrecían consultas con ginecólogos.