El proyecto de ley aprobado por la Asamblea Constituyente de Chile fue solicitado por la asambleísta Loreto Vidal y sostiene que “todas las personas son titulares de derechos sexuales y derechos reproductivos".
Equipo de redacción de La Mala Fe.
Con 108 votos a favor, 39 en contra y 6 abstenciones, la Asamblea Constituyente aprobó recientemente incluir la despenalización del aborto en el proyecto de la nueva Constitución que reemplazará la Carta Magna que dejó el régimen del dictador Augusto Pinochet. Así, la Asamblea deja en manos del Congreso un avance significativo en materia de derechos sexuales y reproductivos.
El proyecto de ley aprobado por la Asamblea Constituyente de Chile fue solicitado por Loreto Vidal y sostiene que “todas las personas son titulares de derechos sexuales y derechos reproductivos (…) Estos comprenden, entre otros, el derecho a decidir de forma libre, autónoma e informada sobre el propio cuerpo, sobre el ejercicio de la sexualidad, la reproducción, el placer y la anticoncepción”.
En síntesis, el texto de la norma dice que el Estado debe garantizar las condiciones para un embarazo, parto y maternidad voluntarios y protegidos. “Por la vida de mi madre y a través de su memoria, por las miles de mujeres que hoy no están aquí, les invito desde lo más profundo de mi alma a aprobar este derecho”, dijo Loreto Vidal, miembro de la Convención Constituyente.
Loreto Vidal, miembro de la Asamblea Constituyente que elabora el proyecto de la nueva Carta Magna de Chile.
En Chile, cabe recordar, las mayorías aprueban la despenalización del aborto, según una encuesta de Ipsos de setiembre de 2021. De acuerdo al sondeo, el 73% de la población está de acuerdo con el aborto: el 41% cree que debería permitirse el aborto libre y un 32% piensa que debería despenalizarse solo bajo ciertas circunstancias.
Desde el régimen del dictador Augusto Pinochet, Chile estuvo privado del derecho al aborto en su totalidad. En una entrevista para La Mala Fe, la directora ejecutiva de la Asociación Chilena de Protección de la Familia (APROFA), Débora Solis Martínez, enfatiza que Pinochet incluso elimina el aborto terapéutico, la única circunstancia en la que se permitía la interrupción del embarazo.
“Cuando Pinochet pierde el plebiscito el 5 de octubre de 1988, antes de dejar el Palacio de la Moneda, lo que hace es retractar el aborto terapéutico que existía en ese momento. Durante décadas, Chile no tuvo acceso a ningún tipo de interrupción del embarazo bajo ninguna causal. Y para qué decir lo que sufrían las poblaciones disidentes”, sostuvo Débora Solis al respecto.
Débora Solís Martínez, directora ejecutiva de la Asociación Chilena de Protección de la Familia (APROFA).
Recién en 2017 se despenalizó el aborto en Chile bajo tres causales: en casos de violación sexual, riesgo para la salud de la madre e inviabilidad fetal. Cabe recordar, además, que la ley solo fija un límite de semanas en los casos de violación. 12 semanas para mayores de 14 años y 14 semanas para menores de 14.
En ese contexto, tras aprobar la despenalización del aborto en el proyecto de la nueva Carta Magna, la Asamblea Constituyente se comprometió a redactar un inciso donde se le haga un mandato al Congreso para norme los límites de la interrupción voluntaria del embarazo. Así, los alcances y limitaciones del derecho al aborto estarán en manos del Parlamento.
Desde el Congreso, las voces de los antiderechos también se pronunciaron por la aprobación del aborto en el proyecto de la nueva Constitución. Uno de ellos fue el senador chileno Felipe Kast, del partido de derecha y conservador Evolución Política (Evópoli). “Esto es tremendamente doloroso porque para muchos chilenos el niño que está por nacer merece dignidad. Para muchos de nosotros es un ser humano”, dijo en un video difundido en sus redes sociales.
Mujeres de Chile protestando por la despenalización del aborto libre y seguro.
– Foto: ATON.
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