Dos años atrás, según indica el Instituto Guttmacher, por lo menos en 7 ciudades de Estados Unidos también se promulgaron leyes que protegían y fortalecían el derecho de las mujeres al aborto.
Ese fue el caso de los estados de Illinois, Nueva York y Rhode Island, que legislaron leyes para garantizar el aborto para las mujeres cuya vida o salud se encuentre en riesgo o en situación de inviabilidad fetal. En esos 3 mismos estados, junto a Vermont, también se prohibió la interferencia de funcionarios públicos en el acceso al aborto. Esto, con el fin de eliminar barreras legales provocadas por asistentes médicos o enfermeras parteras.
A su vez, en el estado de Maine la legislación permitió que los asistentes médicos y enfermeras brinden el servicio del aborto; y exigieron que el programa público Medicaid, así como los planes de salud privados, cubran la interrupción del embarazo como parte de sus alcances.
Por otro lado, en el estado de California se estableció que los centros de salud de las universidades garanticen el acceso al aborto con medicación respectiva; mientras que en Nueva Jersey, una ley protege la confidencialidad de los domicilios de los empleados y pacientes de los proveedores de salud reproductiva. Asimismo, en Hawai y Nueva York se aprobaron leyes que prohíben que los empleadores discriminen a sus empleados o dependientes por sus decisiones de salud reproductiva, como decidir llevar o interrumpir un embarazo.