En los últimos años, Eduardo Verástegui ha ido ganando presencia como vocero de diferentes iniciativas antiderechos en México, Estados Unidos y Centroamérica. Conocido durante las décadas de los 90 y 2000 como cantante y actor de telenovelas, Verástegui emigró a Estados Unidos para seguir su carrera actoral, pero se desilusionó del encasillamiento de los roles hispanos en Hollywood, por lo que fundó su propia productora de cine. Además, se inclinó por el activismo y la filantropía, lo que lo llevó a fundar el Movimiento Viva México que busca “promover la restauración de los valores esenciales del ser humano en todas sus actividades (…) en pro de los derechos humanos fundamentales: vida, familia, libertad, educación de calidad, trabajo digno, salud y vivienda”.
Al combinar su convicción religiosa, su activismo “provida” y la producción de películas afines a estos temas, Verástegui cobra mayor relevancia en el panorama político antiderechos. Produjo y actuó en “Bella”, una película estadounidense que aborda el tema del aborto y la adopción y que ganó el premio del público en el Festival de Cine de Toronto y el Legacy Award del museo Smithsonian por su contribución positiva a la comunidad latina dentro de Estados Unidos.
Posteriormente, fue el productor ejecutivo y vocero de “Inesperado” (Unplanned en inglés), película que relata la historia de Abby Johnson, quien pasó de ser directora de una de las clínicas de salud sexual y reproductiva de Planned Parenthood a una activista antiderechos. Durante la promoción de la película en México, Verástegui se fue cinco meses por todo el país “acompañado con quince legisladoras, diputadas federales y senadoras de todos los partidos, que se han sumado a este proyecto como embajadoras y gracias a su trabajo vamos a garantizar que la película llegue a todos los rincones de México”. Su gira de entrevistas incluyó visitas de cabildeo con legisladores, gobernadores y otros políticos y tomadores de decisión.