El Partido Republicano, liderado por el político antiderechos José Antonio Kast, tendrá la mayoría de consejeros a cargo de redactar la nueva Constitución de Chile. En distintas oportunidades, Kast ha expresado su oposición al matrimonio igualitario y al aborto. En 2007, cuando era diputado, buscó impedir la venta de la píldora anticonceptiva de emergencia.
Equipo de redacción de La Mala Fe.
El domingo 7 de mayo, las elecciones de los 50 consejeros que se encargará de redactar la nueva Constitución de Chile, resultó en la victoria del Partido Republicano, de José Antonio Kast. La agrupación de extrema derecha logró 35% de los votos y estará representada en el Consejo Constitucional por 22 consejeros. En tanto, el partido oficialista, Frente Amplio, contará con 17 consejeros y el partido Chile Seguro, de derecha moderada, tendrá 11 consejeros.
Los resultados han sido celebrados por plataformas religiosas como Info Católica. «En el improbable, pero no imposible caso de que la izquierda y la derecha moderada se pusieran de acuerdo para impulsar artículos con los principios que se imponen desde el Nuevo Orden Mundial (aborto, ideología de género, etc), el partido de Kast sí tendría la opción de vetarlos«, opinan en su web.
La gran ironía, señalada por distintos medios, es que Kast y el sector que lo apoya ha estado en contra del proceso de reforma constitucional desde siempre. En diciembre de 2019, el excandidato presidencial declaró que había una colusión para aprobar una Constitución ilegítima. «Somos una minoría en la élite, pero junto a millones vamos a decir que no y rechazar una nueva Constitución que no ayudará a resolver las urgencias de Chile«, escribió en Twitter en ese entonces. Sin embargo, ahora tienen el poder para moldear la Constitución de Chile a su medida.
De acuerdo a la encuesta Data Influye, una de cada dos personas que votó en las elecciones por el Consejo Constitucional de Chile, declaró que la principal razón para elegir a sus candidatos fue “la mano dura contra la delincuencia, el narcotráfico y la inmigración y el orden público”.
Foto: Cristobal Olivares / Bloomberg
Luego de la victoria en las elecciones del Consejo Constitucional, José Antonio Kast ha prometido que no impulsará una «Constitución partisana al estilo frenteamplista» [en referencia al partido del actual presidente Gabriel Boric]. Esa posición ha sido celebrada por políticos como el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma.
«Me parece una buena señal que se diga que uno de los faros en el nuevo proceso constitucional sea no reeditar el maximalismo ni la ideología excluyente que marcó la muy fracasada propuesta anterior», dijo el legislador. Como se recuerda, la primera propuesta del texto constitucional fue rechazado por 62% de electores en el plebiscito de setiembre de 2022.
Ahora, no es difícil imaginar cuál será la posición del nuevo texto de la Constitución con el Partido Republicano asumiendo la batuta. Después de todo, su líder, José Antonio Kast ha sido muy vocal respecto a su posición frente a asuntos de derechos humanos como el aborto, el matrimonio igualitario y el acceso a la anticoncepción oral de emergencia (AOE).
En 2019, se revelaron los vínculos del político conservador José Antonio Kast con una asociación evangélica internacional llamada Alliance Defending Freedom (ADF). Este grupo es parte del lobby que impulsó los triunfos de Trump y Bolsonaro, y que busca contrarrestar las resoluciones vinculadas a derechos de las mujeres y de la población LGTBIQ+.
Foto: CIPER Chile
Según reporta El País, el abogado católico José Antonio Kast es adepto al movimiento apostólico Schoenstatt. Fundó el Partido Republicano en 2019, con una postura contra el matrimonio igualitario, la adopción de menores por parte de parejas del mismo sexo, la educación sexual y el aborto.
De hecho, durante un debate presidencial en 2021, Kast fue criticado por realizar declaraciones sin evidencia al respecto. «En los países donde hay aborto libre, la tasa de mortalidad materna es mucho más alta», dijo entonces. Como parte de su campaña, además, señaló que si fuera presidente revertiría el aborto en tres causales —que son el riesgo de muerte de la gestante, un feto con una patología incompatible con la vida y embarazos producto de una violación. «Hay que revertir esto y buscar la salida real, cuidar a la madre y al hijo», dijo.
Asimismo, al ser consultado sobre el matrimonio igualitario, Kast repitió el mantra religioso-conservador de que el matrimonio «es entre un hombre y una mujer». Y tampoco se puede olvidar que en 2007, cuando era diputado del partido de derecha Unión Demócrata Independiente, José Antonio Kast lideró una solicitud ante el Tribunal Constitucional para evitar la comercialización de la anticoncepción oral de emergencia (AOE).
Estas posturas van de la mano con un hecho que se reveló en 2019: el vínculo de Kast con un poderoso lobby evangélico de alcance internacional. Según reveló CIPER Chile, el excandidato presidencial ha tenido nexos con organizaciones cristianas como Alliance Defending Freedom y con International Human Rights Group, y esta última incluso financió pasajes a José Antonio Kast para acudir a eventos de políticos conservadores.
En este portal damos alerta de los avances y las estrategias que el fundamentalismo y la agenda antiderechos implementan en los países de la región y resaltamos a las voces y propuestas que están dispuestas a combatirlos y que defienden los derechos reproductivos, la diversidad sexual y el enfoque de género.
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