Pese al esfuerzo de cinco legisladoras por impedir que se prohíba el aborto luego de la sexta semana de gestación, el Senado de Carolina del Sur aprobó esta iniciativa con 27 votos a 19. El gobernador republicano Henry McMaster ratificó la ley, pero ya existe una demanda de Planned Parenthood para bloquearla.
Equipo de redacción de La Mala Fe.
El miércoles 24 de mayo, un día después de la votación en el Senado de Carolina del Sur, el gobernador Henry McMaster firmó la «ley del latido fetal y protección contra el aborto» (Fetal Heartbeat and Protection from Abortion Act). Lo hizo rodeado de los legisladores que impulsaron la iniciativa y de representantes de organizaciones antiderechos. Sin embargo, poco después se presentó una demanda que busca orden de restricción temporal. Los demandantes son Planned Parenthood South Atlantic, la Clínica de Mujeres de Greenville y dos profesionales de salud.
«Una vez más, los legisladores del estado han pisoteado nuestro derecho de tomar decisiones privadas de salud, ignorando las advertencias de proveedores de salud», dijo Jenny Black, presidenta de Planned Parenthood South Atlantic. La audiencia para revisar la demanda será este viernes 26 de mayo.
Es preciso recordar que esta restricción al aborto ya había sido rechazada por la corte más importante del estado de Carolina del Sur, pues violaba el derecho constitucional a la privacidad. Hasta esta semana, Carolina del Sur era uno de los últimos bastiones del aborto legal entre los estados del sur. Con la aprobación de esta ley —impulsada por republicanos—, el estado se une al clima de restricción en esta región de los Estados Unidos.
«Este es un gran día para la vida en Carolina del Sur, pero la lucha no ha terminado. Estamos listos para defender esta ley contra cualquier obstáculo y confiamos que tendremos éxito», dijo el gobernador McMaster al ratificar la ley que restringe el aborto en este estado.
Imagen: WRDW.com
El proceso de votación de la iniciativa que buscaba restringir el aborto desde las seis semanas de gestación estuvo lleno de cuestionamientos. Legisladores republicanos y el mismo gobernador de Carolina del Sur presionaron para su aprobación.
Foto: Health News Florida
La ley ahora vigente en Carolina del Sur plantea que cualquier mujer que busque abortar debe tener dos consultas médicas presenciales y dos ultrasonidos. Plantea la prohibición del aborto si es que se identifica el latido de corazón del feto, algo que suele pasar a las seis semanas de gestación. Y, como resaltan quienes se oponen a esta iniciativa, es un período en el que muchas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas.
Las únicas excepciones son en casos de violación o de incesto, en casos de anormalidades fetales que son mortales, o cuando la vida o la salud de la gestante está en riesgo. Pero, incluso en esas situaciones, solo se permite el acceso al aborto hasta las 12 semanas de embarazo.
Katrina Shealy, una de las senadoras republicanas que se opuso a esta restricción, dijo: «No somos Dios. Necesitamos dejar que las personas decidan por sí mismas».
El intento de bloquear la ley que restringe el aborto en Carolina del Sur vino de cinco mujeres que se hicieron llamar a sí mismas las «Hermanas Senadoras«. Esta coalición incluye a tres senadoras republicanas: Sandy Senn, Katrina Shealy y Penry Gustafson; a una senadora independiente, Mia McLeod; y a la senadora demócrata Margie Bright Matthews.
Según han declarado a medios, su unión buscó hacerle frente a una ley que se trata de «controlar mujeres». Las senadoras fueron las únicas que buscaron bloquear la iniciativa antiderechos, pero finalmente no tuvieron éxito. «Siento mucho peso en nuestros hombros, no solo por Carolina del Sur, sino por Florida, Gerogia y el sureste ahora», dijo Sandy Senn.
Ahora, en el sur de los Estados Unidos, Virginia es el único estado con un relativo acceso al aborto: hasta las 26 semanas de embarazo.
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