Venezuela es uno de los países de Latinoamérica con una de las legislaciones más restrictivas respecto al aborto. De acuerdo a su Código Penal, este procedimiento médico está penalizado en todas las circunstancias, excepto cuando existe amenaza a la vida de la mujer. Así, las personas que se realizan un aborto o ayudan a alguien a abortar, lo hacen en la clandestinidad y se ven expuestas a los riesgos de procedimientos inseguros además de la criminalización.
«Insté encarecidamente a las autoridades a que tuvieran en cuenta nuestros comentarios de aspectos legales que penalizan el aborto y que provocan la muerte de mujeres que se ven obligadas a recurrir a arriesgados procedimientos», dijo Volker Türk, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU (Acnudh), el sábado 28 de enero en una conferencia de prensa en Caracas.
El año pasado, colectivos feministas unidos en la plataforma Ruta Verde armaron un proyecto de ley que plantea eliminar los artículos del Código Penal venezolano que impone prisión a quienes abortan y acompañan el procedimiento. La iniciativa busca garantizar el aborto gratuito, seguro y acompañado, la educación sexual integral, el acceso a métodos anticonceptivos, la planificación familiar y la prevención de enfermedades de transmisión sexual. Actualmente, Ruta Verde busca recoger 21 mil firmas para llevar a la Asamblea Nacional esta iniciativa popular.