En años recientes el poder político de la derecha religiosa también está en aumento en América Latina, gracias en parte a la rápida expansión de las iglesias pentecostales en la región que hoy día representan a dos tercios de los evangélicos en América Latina, dijo a OjoPúblico el profesor de religión Andrew Chesnut.
“En los últimos años hemos visto realmente explotar la influencia evangélica”, precisó Chesnut. “Hasta AMLO ha conseguido el apoyo de un partido pequeño fundado por un pastor pentecostal. Y ha favorecido a los evangélicos en México bastante, sobre todo en el tema de aborto y derechos de mujeres”, sostuvo.
La expansión evangélica ha fortalecido el activismo entre movimientos afines en la región, incluyendo alianzas con católicos conservadores y populistas que comparten una agenda contra el aborto, el matrimonio gay y la educación sexual en colegios, y que en la pandemia fomentan oposicion a autoridades y organizaciones internacionales de salud.
El Instituto de Investigación de la Población, una ONG basada en Virginia, ofrece su libro gratuito “Pandemonia” en varios idiomas. Cuenta con capítulos escritos por el presidente de la organización, Steve Mosher, y el politólogo argentino Agustin Laje, que acusa a la OMS y gobiernos de izquierda de sembrar caos y confusión en la pandemia para construir una nueva orden mundial.
Dee Redwine, vicepresidenta y directora de la región de América Latina para Planned Parenthood Global, dijo que el activismo político de la derecha cristiana es parte de una respuesta para detener el creciente respaldo para derechos para mujeres y personas LGBT en la región.
“Creo que estamos cerca a un punto de quiebre en América Latina, liderado en gran parte por una generación joven de activistas. Es un ejemplo para el mundo y eso es precisamente lo que está provocando una reacción tan feroz”, señaló a OjoPúblico.
Figuras pro-Trump en los Estados Unidos, como Steve Bannon, un ex-asesor y estrategista politico, vieron la elección de Jair Bolsonaro en Brasil como parte de un movimiento conservador y nacionalista que asciende en el mundo. En noviembre, Bannon dijo que le gustaría clavar las cabezas de Anthony Fauci, el principal autoridad de enfermedades infecciosas, y el director de la FBI, enfrente de la Casa Blanca como una advertencia a otros burócratas que desafían al presidente.
Varias organizaciones estadounidenses de derecha tienen años trabajando con aliados en países latinoamericanos, como ADF y Vida Human Internacional. Durante la pandemia, los dos han acusado a las Naciones Unidas de aprovechar la pandemia para promover el aborto. El presidente de ADF, junto a otros líderes de la derecha cristiana, también se ha expresado en contra de las vacunas contra la Covid-19 que «tengan cualquier conexion con el aborto,» como las que hacen pruebas usando lineas de células humanas derivadas de fetos abortados hace decadas.
Lou Engle, un pastor influyente estadounidense que respaldó una ley para penalizar con muerte a homosexuales en Uganda, y que pidió a sus seguidores ayunar tres días para derrotar al virus, organizó en febrero una primera gira de oración masiva de pastores estadounidenses ultraconservadores en Brasil. El presidente Bolsonaro apareció en uno de los eventos declarando que Brasil pertenece a Dios. Otros asistentes incluyeron a Sean Feucht, un político y músico de rock cristiano de California, que tras actuar en Brasil, ha seguido dando conciertos a multitudes sin respetar el distanciamiento físico en los Estados Unidos.
Uno de los proyectos más ambiciosos para influir en el poder político de la región es Capitol Ministries, la ONG religiosa liderada por el pastor Drollinger. Capitol Ministries apunta a convertir a gobernantes del mundo en creyentes para que asuman su “mandato bíblico” de impulsar políticas consistentes con su fe. Ha abierto capítulos en varios países de la región, incluyendo Brasil, México, Perú, Uruguay y Ecuador, que apunta a replicar su trabajo en Washington y enseñar la Biblia de forma regular a líderes políticos y legisladores.
En mes pasado, cuando los resultados iniciales apuntaban a lo que seria una derrota para Trump, White-Cain, la asesora espiritual de Trump, rezaba para que los angeles de Sudamerica y Africa sean despachados para ayudar a asegurar su victoria, una referencia al movimiento evangelico pro-Trump que en esas regiones.
Ahora que Trump será reemplazado por Biden en la Casa Blanca, grupos conservadores con nexos en América Latina buscarían profundizar sus lazos con aliados en el extranjero. “Estarán interesados particularmente en ayuda a elegir a Bolsonaro a un segundo mandato en 2022”, sostuvo Chesnut.