En Kampala, nuestras periodistas visitaron de manera encubierta tres hospitales de la red UCMB en busca de ‘tratamiento’ para la atracción homosexual, y fueron derivadas a proveedores dentro y fuera de los centros de salud.
En la clínica “para jóvenes” del Hospital Kisubi, un orientador ofreció una sesión por 50.000 chelines ugandeses (14 dólares), diciendo que alguien a “17 [años de edad] es todavía un niño pequeño que podemos modificar”.
En el Hospital Lubaga, Matthias Ssetuba se presentó como “la persona de enlace en salud mental” de la institución. Aseguró que la homosexualidad es causada por factores que van desde la presión de los pares hasta internet y también añadió que se puede “modificar”.
“Es un problema de salud mental”, dijo, “porque una vez que empiezas a tener sexo con [personas d]el mismo sexo, por mucho que esos blancos digan que ‘es normal’, en nuestra sociedad es anormal. Y todo lo que tenga que ver con la anormalidad es algo que tiene que ver con la salud mental”.
Ssetuba subrayó que una persona “debe aceptar” que necesita ayuda “para convertirse”.
En un mensaje de correo electrónico posterior, Ssetuba dijo a openDemocracy que era la primera vez que tenía “un caso así en el hospital”, y que este “nunca había asistido en ninguna terapia de conversión anti-LGBT”.
“Nosotros solo deseamos apoyar a quienes puedan querer por su propia voluntad que lo hagamos”, agregó. Pero no contestó más preguntas sobre las afirmaciones que hizo a nuestros periodistas.
Según Cabrine Mukiibi, el orientador recomendado por el Hospital Nsambya Hospital, la homosexualidad suele ser causada por “una competencia no resuelta” entre un hijo o hija y su progenitor/a del mismo sexo por la atención del progenitor/a del sexo opuesto durante la “etapa fálica” de su desarrollo.
Mukiibi llevaba en su saco una etiqueta que decía “psicólogo clínico” cuando conoció a nuestras reporteras. También ha aparecido citado con esa profesión en medios locales.
Él dijo que había concluido (pero todavía no aprobado) una maestría en psicología clínica en la Uganda Martyrs University, que pertenece a la Iglesia Católica. Pero ese título no figura en el sitio web de la universidad, y la autoridad reguladora de educación superior de Uganda indicó a openDemocracy que esa casa de estudios no está autorizada para ofrecer esa carrera.
El director del Hospital Nsambya, Peter Sekweyama, dijo a openDemocracy que Mukiibi está “ofreciendo simplemente orientación” y que tiene “formación en algo de humanidades”.
Kasujja, presidente de la asociación de psicólogos, observó que los hospitales tienen la responsabilidad de asegurar que su personal está calificado – pero advirtió que sin una regulación nacional, “va a haber montones de abuso, […] montones de daño”.
Nadie del Hospital Kisubi contestó nuestras preguntas. Tampoco lo hicieron la red UCMB ni la clínica de VIH del Hospital Mulago.
La embajada de EEUU en Kampala no aclaró si se renovó financiación de USAID para la red de hospitales católicos UCMB.
Noah Mirembe, abogado de derechos humanos y hombre trans, indicó que las personas que hayan sufrido prácticas de ‘terapia de conversión’ y estén interesadas en un resarcimiento legal pueden pedir asistencia a la Taala Foundation, una organización que codirige en Kampala.