Con 24 votos a favor, 9 en contra y 12 ausencias, se impuso el pensamiento único y se echó por la borda el pluralismo político y la laicidad del Estado.
En Paraguay la hegemonía es conservadora. El Partido Colorado, la principal fuerza política del país, que impuso los dos últimos presidentes (Cartes y Abdo), sostuvo al dictador Stroessner y derrocó a Fernando Lugo, hoy usa sus posiciones en el Estado para instalar y promover un discurso anti feminista y en contra de las reivindicaciones vinculadas al género.
Por eso, no extraña que el último 21 de marzo, el Senado paraguayo haya aprobado una moción para declarar dicha institución como “provida” y “profamilia”. Con 24 votos a favor, 9 en contra y 12 ausencias, se impuso el pensamiento único, echando por la borda el pluralismo político y la laicidad del Estado. Quienes se opusieron fueron el Partido Demócrata Progresista (PDP) y el Frente Guasu.
Estas mociones pudieron imponerse no solo porque los conservadores cuentan con el control del poder político, sino por la influencia que las iglesias, en particular la católica, tienen en la sociedad paraguaya. Según el Barómetro de las Américas (2012), Paraguay es el país con mayor proporción de ciudadanos que profesan la religión católica (86.2%), mientras que una medición del Latinobarómetro (2017) señala que el 77% de paraguayos confía en la Iglesia.
Esta amplia adhesión les permite intervenir directamente en las políticas públicas. Por ejemplo, en el 2017, grupos católicos y evangélicos exigieron al Ministro de Educación eliminar toda referencia a la igualdad de género de las guías docentes. Pedido que fue aceptado. El 2019, se repite el plato, con la prohibición de material sobre educación sexual integral para apoyo docente.
En este contexto, debemos leer la aprobación del Senado no como un simple acto de propaganda, sino como el blindaje jurídico que busca dar apariencia de legitimidad a un proyecto de imposición de la ideología anti derechos a través del propio Estado.
A propósito de la eliminación del concepto igualdad de género de las guías docentes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos señaló lo siguiente:
“La Comisión recuerda a los Estados de la región su obligación de adoptar medidas específicas para modificar los patrones socioculturales de conductas heteronormativas, incluyendo el diseño de programas de educación formales y no formales para contrarrestar prejuicios y costumbres y todo otro tipo de prácticas que se basen en la premisa de la inferioridad de las mujeres o de otros colectivos históricamente discriminados en razón de su diversidad sexual o identidad de género”.
Lee el pronunciamiento completo aquí.
En este portal damos alerta de los avances y las estrategias que el fundamentalismo y la agenda antiderechos implementan en los países de la región y resaltamos a las voces y propuestas que están dispuestas a combatirlos y que defienden los derechos reproductivos, la diversidad sexual y el enfoque de género.
Perú: conservadores contra la educación sexual 
