Hace 15 años, Nicaragua eliminó un artículo del Código Penal de 1837 que garantizaba el derecho al aborto terapéutico y desde entonces está penalizado bajo cualquier circunstancia y hoy es una de las primeras causas de muertes maternas en el país. Tampoco se cuenta con información oficial de cuántas mujeres abortan en condiciones inseguras ni de cuántas mueren.
El aborto, la diversidad sexual, el feminismo, el matrimonio gay o la fe cristiana dividen a la oposición nicaragüense que no ha podido inscribirse en una coalición que haga frente a Ortega y pueda vencerlo en las elecciones.
Y, lamentablemente, este tema no es prioridad para los candidatos, debido a la dictadura de Ortega. Varios de ellos se han mostrado en contra del derecho a decidir. Sin embargo, 24 opositores al régimen de Ortega permanecen secuestrados, solo la aspirante a la presidencia Cristina Chamorro y la exdiputada Maria Fernanda Flores permanecen con arresto domiciliario.
Solo George Henríquez, aspirante presidencial, se ha mostrado a favor de los derechos humanos que promueve la diversidad y el feminismo. Sin embargo, no pudo inscribir su precandidatura debido a que Alianza Ciudadanos por la Libertad (ACxL) no dio respuesta a su solicitud
Henríquez, uno de los más jóvenes opositores a Ortega, cree que su exclusión se debe a su posición en temas controversiales, sin embargo, para evitar distracciones a la lucha contra la dictadura de Ortega, ha evitado sacar conclusiones sobre el tema. Asegura que continuará en su lucha de poder lograr su candidatura a la presidencia.
“Todo el sector (pro aborto y diversidad sexual) es un sector que tiene derecho a voto, que tiene cédula, que ejerce ciudadanía. La persona que llegue a gobernar el país va a gobernar para toda Nicaragua, no solamente para católicos, evangélicos o heterosexuales”.