Tres senadores republicanos de Texas presentaron un proyecto de ley que equipara la atención de salud de afirmación de género a la mutilación genital femenina (MGF), en un intento de criminalizar los servicios médicos para la juventud trans y de género diverso.
El proyecto de ley SB249 modifica el código de salud y seguridad de Texas, alterando el actual delito de «mutilación genital femenina» (MGF) contra personas menores de 18 años por el de «mutilación genital», mediante la eliminación de la palabra «femenina» y del lenguaje específico que define esta práctica.
Los senadores Bob Hall, Donna Campbell y Charles Perry sustituyeron esa definición por descripciones detalladas de procedimientos quirúrgicos de afirmación de género, confundiendo tratamientos de reasignación de sexo con MGF. El proyecto de ley penaliza estos procedimientos con hasta dos años de cárcel y una multa máxima de 10.000 dólares.
Las únicas excepciones son la circuncisión masculina, las cirugías para personas intersexuales y las «necesarias para la salud física de la persona», en lugar de «fines médicos», el término actualmente vigente y que comprende también la salud mental.
Texas prohibió en 2017 la mutilación genital femenina, considerada abuso infantil y violación de los derechos humanos.
El proyecto de ley ignora el hecho de que los procedimientos quirúrgicos de afirmación de género para menores de 18 años son «extremadamente raros» y solo se prescriben bajo una evaluación y consentimiento rigurosos, dijeron fuentes médicas a openDemocracy.
La iniciativa refleja «histeria», dijo Kellan Baker, director de Whitman-Walker, una clínica de salud LGBTQ en Washington, DC. «El léxico que emplea no tiene absolutamente ninguna relación con la realidad de las necesidades médicas de la juventud transgénero. Es un proyecto de ley peligroso, que les hará daño».
Los tres senadores presentaron simultáneamente otro proyecto de ley que prohíbe al personal de salud, clínicas, hospitales y aseguradoras la provisión de cirugías de reafirmación de género y otros tratamientos, como los bloqueadores hormonales. Hall y Campbell también redactaron un borrador de resolución para que la legislatura de Texas declare su apoyo al fin de los tratamientos específicos para personas trans y de género diverso, que califican de «abominable mutilación genital».
«Es una grave injusticia que legisladores y políticos traten otra vez de ejercer la medicina en Texas», dijo a openDemocracy Marci Bowers, presidenta de la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero (WPATH).
Bowers, que es ginecóloga y cirujana, añadió: «El corte o mutilación genital femenina (MGF/C) es una lesión dañina y médicamente innecesaria que se practica a las niñas sin su consentimiento; la Organización Mundial de la Salud (OMS) exhorta a los profesionales de la salud a que no la realicen».
El proyecto de ley de Texas «intenta introducir la política precisamente donde no debe estar», afirmó Baker, de Whitman-Walker. También priva a las pacientes de la autonomía corporal que precisamente buscan restaurar las leyes contra la MGF/C, añadió.
De aprobarse, el proyecto de ley no solo pondría fin a las cirugías de reafirmación de género; también criminalizaría a los proveedores de salud y a padres que procuren esa atención para adolescentes trans en otros estados, gracias a una cláusula sobre los viajes para recibir tratamiento médico.
Los senadores que redactaron el proyecto no contestaron el pedido de entrevista de openDemocracy.