El Yunque es una organización católica secreta fundada en los años 50 del siglo pasado en el estado de Puebla con la anuencia de obispos católicos, que busca instaurar el reino de dios en la tierra y, para lograrlo, comenzó reclutando hijos de familias adineradas, empresarios y otros grupos de élite. Es de las pocas que ha logrado, no sólo trascender el milenio, sino crecer su influencia más allá de México y ahora tiene presencia en más de 20 países de América, Europa y ha llegado hasta Filipinas.
Edgar González Ruiz, quien ha escrito numerosos textos sobre esta agrupación, explica que en el Yunque solían actuar como cruzados que combaten a los enemigos de su fe, entre ellos se encuentran los judíos, las feministas, la iglesia católica progresista, los comunistas. Pero además de querer recristianizar la sociedad, buscan tener poder e influencia para lograr y conservar sus objetivos de grupo y personales, por lo que son protectores con su red.
Durante décadas su existencia parecía ser un rumor, pero una denuncia en España confirmó que la organización es real, aunque no tenga una personería jurídica. Los reportes la ubican detrás del partido ultraconservador Vox y organizaciones como Hazte Oír y Citizen Go que lideran acciones contra el aborto, el matrimonio igualitario o la laicidad del Estado. Sus métodos fueron reprobados por los obispos españoles pues la vieron como una secta.
Después del escándalo en España, en México se reconoció que El Yunque existe y que su nombre es Organización del Bien Común, pero negaron que fuera una agrupación secreta, sino que es “discreta” y por lo tanto se desconoce quiénes la integran.
Lo que sí se sabe es que ha conseguido que algunos de sus militantes gobiernen estados como Guanajuato, Jalisco, Aguascalientes, un sinnúmero de alcaldías, obtengan curules en los congresos federal y estatales e incluso puestos en los gabinetes de los expresidentes del PAN Vicente Fox (2000- 2006) y Felipe Calderón (2006-2012). Principalmente buscan ocupar cargos en los ministerios de educación para, desde ahí, influir en los programas de estudios.
En el gobierno de López Obrador también han encontrado espacios, como su exlíder (señalado así por algunos desertores) Manuel Espino Barrientos, que además de dirigir al PAN, fue Presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América de 2007 a 2010. A pesar de haber sido un férreo crítico de AMLO fue postulado como diputado federal por Morena y actualmente es Comisionado del Servicio de Protección Federal. También el sacerdote Alejandro Solalinde fue parte del grupo y ahora integra el círculo cercano de Andrés Manuel.
Diego Martin Velázquez Caballero, catedrático de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, explica que a pesar de las alianzas que hizo Morena con personas vinculadas o integrantes del Yunque en Puebla se logró aprobar el matrimonio igualitario, “parece ser que el presidente ha tenido que reconocer algunos de estos avances, pero en el fondo no está de acuerdo”.
El investigador ve el acercamiento entre el Yunque y el gobierno actual gobierno casi normal, “estos movimientos de sociedades secretas van penetrando, desdoblando, fracturando y van colonizando muchos espacios. Está presente en una gran cantidad de partidos, de escuelas, con los empresarios. El Yunque en México tiene una presencia importante en el poder, aunque ellos dicen que no están vinculados con la iglesia están tutelados por los obispos, lo que quiere decir que hay una dirección”.
El desertor Luis Paredes Moctezuma, hace 10 años declaró que “lo que más le convendría al Yunque es que ganara Andrés Manuel López Obrador porque se polarizaría brutalmente la sociedad mexicana… una extrema izquierda delirante le daría enorme protagonismo a una extrema derecha delirante”.
Álvaro Delgado dice que El Yunque “es como la humedad, se cuela en todos lados, pero principalmente buscan los espacios educativos y de formación para empresarios para inculcar su agenda”. El periodista dice que existen varias asociaciones que le sirven de fachada a la comunidad, la más famosa e influyente es el Frente Nacional por la Familia, cuyo líder, Rodrigo Iván Cortés Jiménez es uno de los más acérrimos críticos del presidente y ha logrado aglutinar a decenas de organizaciones en su entorno, pero también contar con el respaldo de asociaciones internacionales como la española Hazte Oír o Political Network for Values, que reúne a líderes conservadores del mundo y otras tantas a lo largo de América Latina.
Su presencia en las cámaras de diputados y senadores es constante, hace unas semanas logró que diputados del PAN, Partido Revolucionario Institucional, Partido Encuentro Solidario (que es aliado de AMLO) y Movimiento Ciudadano se pronunciaran en contra de la legalización del aborto y se comprometieran a presentar tres peticiones sobre el tema a la Organización de las Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos.
Algunos analistas encuentran que FreNaAA tiene una ala integrada por yunques, que si bien el principal objetivo del frente es que López Obrador deje la presidencia y lo acusan de poner en riesgo la propiedad privada, en su manifiesto se oponen al aborto y al matrimonio igualitario, en sus protestas suele haber rosarios, rezos e imágenes de la virgen.
Velázquez Caballero dice que el Yunque “es más que un partido, es establishment, logra absorber una organización y cuando ésta ya no les resulta útil se deshacen de ella”.