La derecha en Estados Unidos impulsa un plan antiderechos con repercusiones para las niñas, adolescentes y mujeres en Latinoamérica. La Mala Fe conversó con Gillian Kane, directora de política e investigación global de Ipas, quien ha investigado y hecho seguimiento sobre esta iniciativa conservadora conocida como Proyecto 2025.
Equipo de redacción de La Mala Fe.
¿En qué consiste el Proyecto 2025?
Este es un proyecto de la Heritage Foundation —un think tank conservador estadounidense—. Se trata de un esfuerzo que empezó en l0s 70s y funciona como una guía de recomendaciones para orientar nuevas administraciones conservadoras. Hay una conexión muy cercana entre la Heritage Foundation y las administraciones republicanas. Vemos que estos esfuerzos despegaron en la etapa de Ronald Reagan. El proyecto es enorme, de alrededor de 900 páginas, con muchos detalles y más de 100 personas que contribuyeron para su desarrollo. Muchos de ellos tienen conexiones directas con la previa administración de Trump o han trabajado en ella.
¿Cómo afecta en concreto el Proyecto 2025 a la vida de las niñas, adolescentes y mujeres?
La gente que ha contribuido al proyecto tiene antecedentes de postura antimujeres o antifeminista. Eso no es sorpresa, pero sí es sorprendente el esfuerzo detrás de sus ataques contra los derechos de mujeres y personas LGBTI.
Hay muchos niveles en este documento, porque el proyecto toca distintos aspectos del gobierno. A nivel nacional, dicen que quieren efectivamente quitar el acceso al aborto por medicamentos, que ahora es legal. Hay ataques específicos a mujeres, pero también plantean, por ejemplo, que Estados Unidos debe debilitar su sistema de gobierno federal.
Roe v. Wade era una ley federal, entonces los estados tenían derecho a modificarla o ajustarla a sus necesidades, pero sin dejar de seguir la ley federal. Hay un esfuerzo más allá de la cuestión de las mujeres; quieren rehacer cómo funciona el gobierno y es de miedo.
¿Cuáles son los personajes clave para la implementación de este proyecto?
Hay un personaje importante que se llama Roger Severino. Él estaba en el Departamento de Salud y Servicios Humanos —que es como el Ministerio de Salud— en la pasada administración de Trump y fue un personaje muy dañino para cuestiones de género. Hay un capítulo del proyecto que recoge sus sugerencias y estas van más allá de lo que la administración de Trump ha hecho, tienen más ambiciones de cortar derechos sexuales y reproductivos.
Roger Severino es vicepresidente de política interna de Heritage Foundation y fue funcionario del gobierno de Donald Trump. Es uno de los principales personajes detrás de los planteamientos del Proyecto 2025, que incluyen reconfigurar el gobierno federal, eliminar o restringir derechos de las mujeres, de la población LGBTQ y otros grupos vulnerables.
Foto: Getty Images
¿Qué rol tiene el Institute for Women’s Health?
Institute for Women’s Health (IWH) es una ONG nueva, solo tiene dos años, y está encabezada por Valerie Huber. Ella también estuvo en la administración de Trump en varios roles. Uno de estos roles fue muy grande: manejar los fondos para la educación sexual. Pero ella solo se enfocó en fondos para promover la abstinencia, con un presupuesto enorme a nivel nacional, cerca de 200 millones de dólares. Entonces, después de las elecciones, se quedó sin trabajo y creó esta ONG que se presenta diciendo que está enfocada en la salud de las mujeres.
Valerie Huber ha contribuido al documento Proyecto 2025, al igual que una de sus colegas, Alma Golden, quien también estuvo en la administración de Trump. Entonces, IWH tiene un proyecto que se llama Protego, que tiene como objetivo avanzar una iniciativa antiaborto que se lanzó en 2020, casi al final de la gestión de Trump: el Consenso de Ginebra. Se trata de un documento firmado por alrededor de 36 países y es una declaración que no tiene peso, porque es una página de papel y no hay manera de implementarlo o generar rendición de cuentas. Sin embargo, Valerie Huber, con su ONG, creó este proyecto Protego y ha dicho muy claramente que es para implementar la Declaración del Consenso de Ginebra, que se menciona muchas veces en el documento del Proyecto 2025.
Y es interesante, porque aparece en el contexto de overseas development aid, contribuciones al desarrollo en el extranjero, y en ese contexto dice que todas las políticas de un nuevo gobierno conservador deben usar el Consenso de Ginebra como base para las decisiones. Y esta declaración dice como primera cosa, sin ambigüedad, que está en contra del aborto y que el aborto no está protegido por ninguna ley internacional. Esa es la guía para el Proyecto 2025.
¿Podría comentarnos un poco más sobre el Consenso de Ginebra? ¿Quiénes lo han suscrito?
Como dije, empezó en 2020 a fines de la administración de Trump y lo han presentado con mucho orgullo diciendo que esto va a cambiar el ambiente acerca de aborto y tiene como pilares la oposición al aborto, la soberanía nacional, la familia tradicional. Es una página, es muy breve, pero la presentan como si fuera una cosa que va a cambiar la vida de las mujeres. Eso no hace.
Hay un poco de distinción entre los países que han firmado. Al inicio fueron cinco: Egipto, Estados Unidos, Hungría, Uganda e Indonesia. Pero luego se han añadido más países. Luego, cuando Trump salió y entró Biden, él retiró a los Estados Unidos. Colombia también firmó, pero salió cuando entró un nuevo gobierno. Igual pasó con Brasil cuando Bolsonaro perdió. Pero no han dejado de tratar de añadir países.
Primero, Estados Unidos estaba liderando, después pasó a ser Brasil y ahora es Hungría el que está auspiciando el documento. Pensamos que el siguiente país que va a firmar, muy posiblemente, es Argentina.
También sabemos que había conversaciones con Perú. Había esfuerzos por parte de un congresista peruano, Alejandro Muñante, que estuvo empujando este tema en el país. Sabemos que hubo una reunión en el Congreso en la que Valerie Huber había asistido por vídeo, diciendo que apoyará a Perú a ser parte. Ahora, por el contexto político peruano que es un caos, es probable que no van a firmar por el momento, pero a la vez podría ser interesante si firman como una forma de cambiar la conversación de todo lo que está pasando.
Valerie Huber, presidenta del Institute for Women’s Health, participó en 2022 en la presentación de la Política Pública de Protección a la Vida y la Institucionalidad de la Familia de Guatemala. Junto a ella, la entonces ministra de Educación, Claudia Ruiz, y Keila Gramajo, secretaria de la Secretaria General de Planificación y Programación de Guatemala.
Foto: Noé Pérez / Agencia Guatemalteca de Noticias
Justamente quisiéramos conocer, ¿cuáles son los vínculos entre el Proyecto 2025 y Latinoamérica?
Es importante hablar de Guatemala. Como saben, la pasada administración de Giammattei era muy conservadora, especialmente acerca de los derechos de las mujeres y acceso a aborto, incluso se pronunció como capital provida de la región, etc. Ahora que hay un nuevo gobierno, hemos visto qué miembros del Congreso de los Estados Unidos están presionando a Guatemala para que se quede en el Consenso de Ginebra. Algo un poco irónico porque uno de los pilares de dicha declaración es la soberanía nacional. Entonces, se abre la pregunta: ¿cómo es que están tratando de influir en la nueva gestión? No sabemos si Guatemala se va a retirar de la Declaración del Consenso de Ginebra, pero sabemos que sí hay presión de ciertos miembros republicanos del Congreso de los Estados Unidos para que se quede.
Ahora, es importante tener en cuenta que el Proyecto 2025 ya se está implementando en la región. Tenemos Protego en Guatemala, ya hay un convenio entre el gobierno de Guatemala y el Institute for Women’s Health. Y como repito, Protego es el eje implementador de la Declaración del Consenso de Ginebra. Hay que poner atención en esto porque se puede replicar en otros países de la región. No solo en cuestiones de género, sino también en migración. Una nueva gestión conservadora en los Estados Unidos se acercará a gente como Milei y Bukele para reforzar líderes conservadores, algo que ya se está coordinando.
Además del Institute for Women’s Health, ¿hay otras organizaciones involucradas en el Proyecto 2025?
Hay un listado inmenso de todas las personas y organizaciones que han contribuido con este proyecto. Toda la derecha está metida ahí. Heritage Foundation siempre había sido una fundación de centroderecha, como el expresidente Reagan, y ahora es más radical. Eso es notable en este contexto, teniendo en cuenta el rol que tiene en la promoción de políticas.
Entre los contribuyentes también está Alliance Defending Freedom, organización que tiene un interés en América Latina. Eso es interesante, porque si bien Proyecto 2025 tiene un enfoque doméstico, tenemos personas con un interés deliberado en cuestiones internacionales, fuera del país, y se puede ver que su visión para el futuro se ha incluido en el documento.
Entonces, estando el proyecto ya en marcha, ¿qué expectativas podemos tener en cuanto a las elecciones en Estados Unidos en noviembre?
Si una administración conservadora gana y si implementan las sugerencias del Proyecto 2025, va a cambiar la democracia en los Estados Unidos. Y eso no es nada alarmista, es realidad, porque las cosas que sugieren son peligrosas para la democracia. Más allá de aborto y derechos de mujeres, se trata de derechos civiles que serían recortados de forma dramática.
En este portal damos alerta de los avances y las estrategias que el fundamentalismo y la agenda antiderechos implementan en los países de la región y resaltamos a las voces y propuestas que están dispuestas a combatirlos y que defienden los derechos reproductivos, la diversidad sexual y el enfoque de género.
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