«A la Argentina le preocupa que no se hayan respetado sus líneas rojas, fundamentales para el funcionamiento del consenso. A pesar de ello, la Argentina no se disocia del G20, sino que busca fortalecerlo, con su ejemplo de no obstaculizar la declaración de líderes», escribió Javier Milei en su cuenta de X.
Una de sus llamadas «líneas rojas» fue la mención a “desinformación, información falsa, discursos de odio y otros daños en línea”. De acuerdo al político de ultraderecha, calificar la información de esa manera podría caer en censura y límites a las libertades de pensamiento y de expresión. Un punto importante teniendo en cuenta que los discursos y formas de comunicación de Milei y de su partido, La Libertad Avanza, han sido considerados agresivos y parte de discursos de odio.
Otro de los puntos rechazados por el presidente argentino fue la implementación de la Agenda 2030, que apunta a 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS). Entre ellos, el fin de la pobreza, hambre cero, igualdad de género y acción climática.
«La Argentina considera que numerosos aspectos de la implementación de la Agenda 2030 afectan la vida, la libertad y la propiedad de las personas, valores consagrados en nuestra Constitución que deben ser defendidos», dijo Milei. En ese sentido, coincide con otros líderes conservadores anticientíficos y negacionistas del clima, como Donald Trump, próximo presidente de Estados Unidos, o Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil.
Milei también despotricó contra la intervención del Estado o los organismos multilaterales para la reducción del hambre y de la pobreza, apuntando en cambio por el «capitalismo de libre mercado». Aún así, Argentina no dejó de sumarse a la Alianza Global Contra el Hambre y la Pobreza propuesta por el presidente brasilero Lula da Silva.