El protagonismo de los Rosas, padre e hijo, no sería posible sin la plataforma que los cobija actualmente: la Alianza Cristiana y Misionera (ACYM), dirigida por Mario Pérez y Wilson Chávez, feroces opositores de la igualdad de género y formador de futuros predicadores junto con el exlegislador fujimorista.
ACYM es una conocida iglesia evangélica establecida en el Perú en 1925. Desde entonces, ha logrado asentar su influencia en sectores populares de Lima y de clase media emprendedora en zonas de Los Olivos, Miraflores y Surco, en donde la contribución de los fieles a través del diezmo es más fuerte. Ojo-Publico.com confirmó que dicha organización es propietaria de 95 inmuebles en Lima y Callao y ocho vehículos, entre camionetas, furgonetas, autos y motos. También poseen centros de esparcimiento en las localidades de Canta y Huánuco; mientras que su dirigente, Wilson Chávez, es dueño de cuatro departamentos en Pueblo Libre, Lince y Jesús María.
El 2010, la ACYM levantó su sede más importante en Lince, en donde se firmó la llamada Declaración de Lima de fines del 2016. El inmueble -escenario de la cultos a los que asistió el expresidente Ollanta Humala y de multitudinarias expresiones contra la homosexualidad y cualquier iniciativa laica del Estado- tiene capacidad para casi tres mil personas y fue edificado con espaciosas galerías en el segundo y tercer piso. No solo eso, en los últimos años, el Banco de Crédito y el BBVA Continental financiaron a esta organización con préstamos por un monto total de S/ 6.5 millones (US$ 2 millones aproximadamente).
La prosperidad inmobiliaria que parece acompañar a la Alianza Cristiana y Misionera sigue el mismo ritmo que su prosperidad financiera.