El Estado ecuatoriano nunca esclareció los hechos sobre el caso de Paola Guzmán, quien en el 2001, cuando tenía 14 años, empezó a ser acosada por el vicerrector Bolívar Espín Zurita (65 años), quien le ofreció ayuda académica a cambio de que saliera con él, iniciando así un ciclo de hostigamiento y violencia sexual escolar.
Además, según la información presentada ante la Corte IDH, Paola le reveló a sus compañeras que estaba embarazada, producto de la violación del vicerrector, y que este le sugirió que el médico de la escuela le practique un aborto. Sin embargo, el médico se ofreció a hacerlo a cambio de tener ‘relaciones sexuales’ con Paola.
El 12 de diciembre de 2002, Paola Guzmán Albarracín ingirió fósforo blanco antes de despedirse de su madre e ir a la escuela. Cuando Paola contó a sus amigas que había consumido fósforo blanco, la llevaron a la enfermería del colegio, donde no le prestaron atención ni avisaron a sus padres.
Petita Albarracín (madre de Paola) se enteró de lo ocurrido con su hija por la llamada de una de sus compañeras. Al llegar a la escuela, encontró a su hija adolorida y sin haber recibido atención médica, por lo que la trasladó a un hospital, donde horas después murió por intoxicación.