¿Cuáles son los riesgos a la salud pública que implicaría levantar el aislamiento social antes de tiempo o flexibilizar las medidas de control para reducir el impacto en la economía y el comercio?
En este momento, enfrentamos una epidemia en franca ascensión. Diariamente se percibe un incremento en los números de infectados y muertes. Datos de hoy (20 de abril) del Ministerio de Salud apuntan 40.581 casos y 2.845 muertes confirmadas por Covid 19 (que golpea más intensamente a Sao Paulo, Rio de Janeiro, Ceará y Amazonas). Un aumento de 15,5% del día anterior y una tasa de letalidad de 7%.
Como se ha realizado un número muy bajo de pruebas en la población, no se conoce en profundidad la real naturaleza de la epidemia entre nosotros (no sabemos cuántos ya estamos contagiados). Somos un país de grandes dimensiones, con realidades sociales muy distintas, y estos factores pueden hacer que perdamos el control y que ocurra un crecimiento exponencial de la epidemia.
Brasil empezó el aislamiento precoz con tasas arriba del 65% en Sao Paulo (donde cerraron comercios, por ejemplo) y esto ha mantenido cierto control y aún no han colapsado los servicios de salud. Se han construido hospitales nuevos y han abierto Centros de Terapia Intensiva (CTI), pero no son suficientes para una atención segura si hubiera una explosión de casos.
El mal ejemplo de la autoridad máxima de la República (que contradice las recomendaciones de gobernadores y del Ministerio de Salud) ha estimulado a la población a incumplir con el aislamiento social. Esto es muy grave y preocupante en este momento. Salir de manera abrupta del distanciamiento social puede echarlo todo a perder y podríamos encontrarnos con un colapso en el sistema de salud y muchas muertes evitables por falta de atención.