Mientras las protestas de padres musulmanes reciben amplia cobertura por los medios de comunicación, existe otro movimiento de oposición altamente organizado desde la derecha cristiana.
Sophie Hemery es escritora y periodista freelance. Ha publicado en medios como Vice, The Guardian, CNN, Al Jazeera, Dazed, Buzzfeed UK, entre otros. Periodista de investigación que forma parte del medio independiente feminista 50.50 de openDemocracy.
Nandini Archer es editora adjunta de 50.50, medio independiente de openDemocracy que cubre temas como género, sexualidad, feminismo y justicia social. Miembro activo del grupo feminista Sisters Uncut que realiza acciones contra la violencia sexual y doméstica.
En Polonia, un proyecto de ley del parlamento amenaza a educadores en sexualidad con penas de cárcel. En toda América Latina, los ultraconservadores se están movilizados bajo el lema: ‘con mis hijos no te metas’. Y en el Reino Unido, se han lanzado nuevas campañas y recursos legales contra la educación inclusiva LGBTIQ.
A principios de este año las protestas de padres musulmanes en Birmingham recibieron amplia cobertura de los medios de comunicación. Este verano, un reportero encubierto de openDemocracy asistió a un evento en Londres donde presenció un movimiento de oposición, altamente organizado contra la nueva currícula sobre educación sexual y afectividad.
El evento fue organizado por un grupo cristiano conservador que también se opone al aborto, al ‘islamismo’ y al divorcio sin causal. «La tolerancia no es inherentemente buena», argumentó el orador principal, instando a la audiencia a que «maduren y dense cuenta que no podemos avanzar en las políticas de identidad de género sacrificando a nuestros hijos».
Durante las siguientes dos horas, nuestro reportero escuchó varias estrategias interconectadas para oponerse o socavar la nueva currícula, desde nuevos grupos de campaña creados durante el último año hasta recursos legales, materiales de enseñanza alternativos, lobbies y promoción de la “educación en casa” (homeschool).
Posteriormente, un portavoz de OneBodyOneFaith, la primera organización cristiana LGBTQ+ del Reino Unido, advirtió que la oposición evangélica organizada podría tener impactos «desastrosos» en la salud y el bienestar de los estudiantes, particularmente para aquellos «que se sienten atrapados entre su orientación o identidad y su fe».
En todo el mundo hay una «agresiva oposición» a la educación sexual, agregó Joanna Herat, especialista senior en salud y educación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), afirmando que «a menudo son idénticas y parecen originarse de una misma fuente [desconocida]».
En Inglaterra, la currícula ha sido actualizada por primera vez desde el 2000 y será obligatoria en las escuelas desde septiembre del 2020.
«La envergadura de lo que la derecha conservadora intenta lograr en los Estados Unidos y el extranjero es asombrosa», dijo Anu Kumar, presidente de Ipas, grupo global por los derechos al aborto, al describir que las activas campañas que promueven estos grupos «socavan los esfuerzos para enseñar a los estudiantes sobre relaciones y decisiones reproductivas saludables».
Los jóvenes necesitan información sobre temas que van desde la prevención de embarazos no deseados hasta el consentimiento en las relaciones, dijo Herat en la UNESCO, al describir el progreso desigual de acceso a información de los estudiantes de todo el mundo –incluso donde existen currículas y estrategias nacionales de educación sexual–.
En Inglaterra, la currícula ha sido actualizada por primera vez desde el 2000 y será obligatoria en las escuelas desde septiembre de 2020. Entre otras cosas, se modificó para reflejar la Ley de Igualdad del 2010 que reconoce la orientación sexual y la identidad de género como ‘características protegidas’.
Un vocero del Departamento de Educación dijo que «no hay ninguna razón por la cual enseñar a los niños sobre la sociedad en la que vivimos y los diferentes tipos de relaciones amorosas y saludables» no pueda hacerse «de una manera que respete a todos».
Pero el portavoz de la organización OneBodyOneFaith criticó al gobierno por reformar la currícula «sin la debida consideración de comprometerse con las comunidades locales», incluidos los grupos religiosos, y pidió «fondos reales aplicados para apoyar a los jóvenes LGBTQ+ en las escuelas».
Rosamund McNeil, subsecretaria general del Sindicato Nacional de Educación (NEU), (por sus siglas en inglés), dijo que las reformas estaban «muy atrasadas». Aunque «el lenguaje sugiere que la inclusión LGBT+ en las escuelas primarias es discrecional» ha abierto «debates divisivos y protestas», incluso «haciendo que algunos profesores se sientan intimidados».
Este verano, en la reunión de cristianos conservadores en Londres, nuestro reportero encontró un vital movimiento de oposición. Logró ingresar haciéndose pasar por un futuro maestro y con ello pudo conocer lo que estos activistas les dicen a los profesores sobre educación sexual. En una sala llena de libros LGBTIQ para niños, té y galletas, el orador principal argumentó que la legislación sobre igualdad «no es todopoderosa». Más bien, dijo que puede limitarse para proteger la «salud y la moral» de otros estudiantes o maestros.
Quien pronunció esas palabras fue Roger Kiska, abogado del grupo Christian Concern que organizó el evento. Kiska anteriormente trabajó para Alliance Defending Freedom, ‘brazo legal’ de la derecha cristiana y uno de los doce grupos estadounidenses que openDemocracy reveló ha gastado millones de dólares en Europa.
Kiska se unió a Christian Concern en 2016. Desde entonces el grupo ha apoyado, por ejemplo, a los padres que retiraron a su hijo de una escuela porque otro niño era transgénero, y a un pastor evangélico y maestro de matemáticas suspendido por confundir repetidamente el género de un estudiante trans.
En su charla, que el grupo luego subió a Youtube, Kiska se dirigió a aquellos educadores que podrían oponerse a incluir contenido LGBTIQ en sus lecciones, o que no quieran seguir la nueva guía del gobierno, diciendo: «Estoy aquí para decirte, que si te degrada, llámanos y vamos a ir a la corte», refiriéndose al Organismo de Estándares en Educación del gobierno.
Diputado Edward Leigh, patrocinador de la Fundación de Valores para la Fe y la Familia en la Educación.
Otra persona describió su experiencia como madre y señaló que sacó a su hijo de la escuela después de que ésta celebrara el día del Orgullo, dijo que se había sentido «perdida» y «sola» hasta que encontró una de las tantas nuevas campañas cristianas de derecha que aparecieron durante el año pasado en contra de la nueva currícula.
El nombre de la campaña sería el de Parent Power (Poder de los Padres), una coalición de grupos que incluye a Christian Concern. La campaña fue lanzada en un evento en el Parlamento organizado por el legislador del Democratic Unionist Party Jeffrey Donaldson, quién también habló en otro evento del Parlamento donde se lanzaba The Values Foundation for Faith and Families in Education (La Fundación de Valores para la Fe y la Familia en la Educación)
El sitio web de esta fundación tiene al diputado Tory Edward Leigh como su patrocinador, mientras que Timothy Vince, un presentador del canal de televisión evangélico RevelationTV y candidato al parlamento por el Partido Brexit, forma parte del comité junto con Kiska. Este último señala que planea «ayudar a cambiar el rumbo de la educación en este país». Sus iniciativas incluyen un “grupo de presión” que no requiere que los donantes en línea precisen sus nombres en las contribuciones, «permitiendo que participen quienes de lo contrario estarían avergonzados de hacerlo» y un proyecto que promueve diferentes «materiales de enseñanza y aprendizaje que reflejan valores tradicionales».
En el evento de verano de Christian Concern también surgieron algunas propuestas alternativas, el coordinador afirmó, con la anuencia de la audiencia, que «la educación en casa se volverá más popular», ya que los padres más conservadores exigen más control sobre lo que sus hijos aprenden.
Respondiendo a una solicitud de openDemocracy, Christian Concern dijo que ve la nueva currícula «como un asalto a los derechos de los padres» y que es «posible enseñar los temas necesarios dentro de un marco genuinamente cristiano y apropiado para la edad; el problema es que muchos no lo harán». «Lejos de generar miedo», agregó, «la presentación del Sr. Kiska produjo una crítica concienzuda y concisa de las nuevas regulaciones educativas».
La oposición religiosa a los derechos de educación sexual integral no es nueva, pero sus dimensiones internacionales parecen cada vez más claras. Este año, un informe de la UNESCO describió cómo las campañas ultraconservadoras hicieron retroceder con éxito la educación sexual, incluso en India y Uganda.
En respuesta, la agencia de la ONU fue criticada por el grupo conservador cristiano C-Fam, quien la acusó de «instar a los gobiernos a utilizar tácticas antidemocráticas engañosas» para promover la educación sexual.
En América Latina, el movimiento ‘Con mis Hijos no te Metas’ comenzó en Perú en 2016 para oponerse a la inclusión de contenido LGBTIQ en la currícula de ese país. Desde entonces, ha presionado para prohibir la «ideología de género» en escuelas de Paraguay, Guatemala y Argentina.
En Polonia, donde la educación sexual no es obligatoria, los grupos ultraconservadores ahora están haciendo campaña para que sea ilegal. Un proyecto de ley que se debía debatir en el parlamento en septiembre proponía extender la ley contra la pedofilia para castigar a los maestros que «públicamente promueven o aprueben las relaciones sexuales de un menor».
En América Latina, el movimiento ‘Con mis Hijos no te Metas’ comenzó en Perú en 2016 para oponerse a la inclusión de contenido LGBTIQ en la currícula de ese país.
El año pasado, el jefe de gobierno de Ontario, Canadá, reemplazó la currícula moderna de educación sexual en su provincia con una versión de 1998. Después de las protestas de padres, maestros y estudiantes, En agosto se presentó una nueva currícula de 2019.
Pero Frederique Chabot de Action Canada for Sexual Health Rights (Acción Canadiense por los Derechos a la Salud Sexual) le dijo a openDemocracy que fue «una victoria agridulce». Las referencias a la identidad de género y la sexualidad se eliminaron de la currícula para los estudiantes más jóvenes. Ahora, se están desarrollando batallas similares sobre la educación sexual en otras provincias canadienses.
Liz Stuart, presidenta de la Asociación de Maestros Católicos de inglés de Ontario, dijo que la oposición a la educación sexual «a menudo se basa en información engañosa o evidentes falacias», mientras que los estudiantes necesitan aprender a «manejar sus relaciones y protegerse de situaciones peligrosas».
Internacionalmente, Herat, especialista de la UNESCO, también describió el uso de la desinformación por parte de campañas de oposición que están «diseñadas para crear miedo entre los padres».
En el Reino Unido, otra campaña lanzada recientemente, la Campaña RSE School Gate, ha entregado folletos afuera de las escuelas, incluyendo afirmaciones alarmistas de que los bebés serán «alentados a masturbarse» bajo la nueva currícula.
La semana pasada, una carta abierta firmada por más de 50 personas y grupos LGBTIQ condenó el «racismo oculto» en el debate sobre educación sexual en el Reino Unido que se alimenta de una agenda represiva estereotipando a los musulmanes como «incivilizados e intolerantes» y colocando «escrutinio y vigilancia excesivas en niños musulmanes «.El Reino Unido todavía deporta a las personas que buscan asilo debido a las leyes anti- sodomía de la era colonial, agregó; 21 diputados votaron en contra de las nuevas pautas de educación sexual; y el primer ministro Boris Johnson atacó al partido de oposición Laborista por «alentar la enseñanza de la homosexualidad» y llamó a los hombres homosexuales «maricones».
En Canadá, Chabot dijo que la cobertura mediática de la oposición a la educación sexual también se ha «enfocado en comunidades de color y minorías religiosas», mientras que muchas de estas campañas son impulsadas por «la derecha cristiana, que llevó al gobierno conservador al poder».
Chabot mencionó, por ejemplo, las campañas que movilizan a votantes para apoyar a políticos que están en contra del aborto, y que la reciente indicación del Vaticano para educadores ha informado, entre otras cosas, que los estudiantes deben aprender que el matrimonio es solo entre un hombre y una mujer. Finalmente, también criticó otra omisión en los reportes de los medios: las voces de padres musulmanes que apoyan o quieren ser consultados sobre educación sexual.
En todo el mundo, «la mayoría de las personas están fundamentalmente preocupadas por proteger a niños y jóvenes», coincidió Herat, advirtiendo que cuando los cursos de educación y salud sexual e igualdad de género se cortan de las currículas, esto deja «a los jóvenes con una gran brecha en su educación».
Esta nota fue publicada originalmente por Sophie Hemery y Nandini Archer en la web de openDemocracy, bajo el título «UK Christian conservatives join «disastrous» global backlash against sex education«. Traducción elaborada por CLACAI.
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