Tres semanas antes de las elecciones decisivas, el excandidato del Partido Unidad Social Cristiana, Rodolfo Piza, quien quedó cuarto en la primera vuelta, terminó de inclinar la balanza a favor del periodista del partido de gobierno, Carlos Alvarado.
El primero de abril será recordado en Costa Rica como un día en el que el país estuvo al filo del abismo político. El día cuando se logró reducir el abstencionismo electoral y se consolidó un nuevo movimiento independiente. Y también como la noche de la más grande celebración política de su historia reciente.
Nunca antes se vio tanta gente saltando, bailando, abrazándose en las calles, familias festejando hasta pasada la medianoche, como si hubiesen ganado el mundial de fútbol. No les faltaba razón, celebraban su victoria frente al miedo.
(Foto portada: El País)