PASO 3: Promoción de mensajes homofóbicos y misóginos
Pero ¿cómo acceden a estos cargos públicos? Pues, con campañas millonarias y en base a mentiras. Ese es el tercer paso: desarrollar campañas de miedo que, bajo la excusa de defender la vida y la familia, siembran el pánico sexual. Cuestionan la inclusión del enfoque de género en las escuelas, anuncian «el fin de la familia» por el reconocimiento de los derechos de las personas LGTBI y acusan a las feministas de «perversas y asesinas» por defender el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.
PASO 4: Coordinación regional
El siguiente paso de los evangélicos para afianzar su poder en América Latina es actuar coordinadamente. La instancia más importante de coordinación se denomina Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia, espacio a través del cual implementan planes de alcance regional para vetar leyes a favor de los derechos de las mujeres y las personas LGTBI e imponer su visión en contra del enfoque de género y los derechos y libertades de las mujeres y las personas LGTBI, como el derecho al aborto seguro, legal y gratuito, el matrimonio igualitario o la adopción de niños por parte de parejas homosexuales.
Entre sus campañas regionales más exitosas, promovidas por agrupaciones evangélicas antiderechos, se encuentra #ConMisHijosNoTeMetas, que partió en Perú como una protesta de «padres preocupados» ante la inclusión del enfoque de género en el currículo escolar de educación básica. Sus promotores afirman que la «ideología de género» constituye una amenaza hacia la integridad de sus hijos pues busca «homosexualizar niños». Esta campaña tuvo éxito Uruguay, Colombia, Paraguay, Ecuador, Panamá y España, entre otros países.