De acuerdo al colectivo Causa Justa, el fallo de tutela T-430 denegó la solicitud de aborto de Iris, una menor de 14 años, el 30 de noviembre de 2022. Ella había sido evaluada por profesionales de ginecología, psicología y trabajo social, quienes respaldaron la decisión de interrumpir el embarazo. Sin embargo, la Entidad Promotora de Salud (EPS) de la Asociación Indígena del Cauca se opuso a la solicitud luego de consultar con las autoridades de la comunidad a la que pertenece Iris. A pesar de que la madre de la menor presentó una tutela contra la EPS y las autoridades, le negaron la autorización para abortar.
En el caso del fallo de tutela T-158, emitido en mayo de 2023, se negó la solicitud de abortar de una mujer indígena por no contar con permiso del Cabildo Indígena. Hay que precisar, sin embargo, que la decisión que le negó la tutela, posteriormente se revocó. Lamentablemente, la demora impidió que la mujer pudiera acceder a tiempo a la interrupción del embarazo.
Como resaltó Valeria Pedraza, estos fallos dejaron en una situación de desprotección especial a las mujeres y a las niñas indígenas al no tomar en cuenta las barreras particulares que enfrentan. «Esperamos que las nuevas decisiones que emita la Corte Constitucional se refieran específicamente a las barreras que enfrentan las mujeres indígenas. Y también que ratifique y afirme que la IVE [interrupción voluntaria del embarazo] es un servicio de salud que se debe prestar en Colombia en todos los niveles de salud y específicamente en el sistema público», señaló.