Winter, exmilitante feminista y ahora bolsonarista de ultraderecha, es promotora y una activa participante de los movimientos antifeministas y antiabortistas a nivel regional, como ocurrió en el 2018, cuando fue invitada a Argentina para sumarse a la campaña contra legalización del aborto en que se discutía en el Congreso de ese país.
Sin embargo, la cercanía de Sara Winter con el actual gobierno va más allá de un activismo altruista. Con la elección de Bolsonaro, Winter se convirtió en una empleada del Estado. Entre abril y octubre de 2019, estuvo a cargo de la Coordinaduría de Atención Integral al Embarazo y la Maternidad del Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, trabajando con la Ministra pastora Damares Alves; cargo dejó por razones desconocidas.
Actualmente, Winter cumple arresto domiciliario mientras es investigada por una posible violación de la Ley de Seguridad Nacional después de que la manifestación que encabezó pidiera la intervención militar y el cierre de instituciones democráticas durante un acto en apoyo de Bolsonaro.