La propuesta técnica fue presentada por el ginecólogo Raphael Cámara, actual secretario del área de Atención Primaria del Ministerio de Salud de Brasil, y miembro del Consejo Federal de Medicina. El documento, en resumen, alienta a emprender una persecución contra las víctimas de violación sexual que resulten embarazadas pese a que la ley lo permite.
El aborto en Brasil, cabe recordar, es legal bajo tres causales: en casos de violación sexual, para salvar la vida de la persona gestante o si el feto es anencefálico. Fuera de esas tres situaciones, el aborto es delito con penes de uno a tres años de cárcel para las mujeres que aborten y hasta 4 años para los médicos o personas que realicen la interrupción del embarazo o participen en el procedimiento.
No obstante, pese a contar con un marco legal que permite el aborto bajo ciertas restricciones, la propuesta técnica del Ministerio de Salud impulsada por el funcionario Raphael Cámara pone en peligro los pocos derechos sexuales y reproductivos que tienen las mujeres en Brasil. “Todo aborto es un delito, pero cuando se comprueban situaciones de exclusión de ilegalidad tras una investigación policial, deja de ser sancionado”, dice la página 14 del documento a modo de advertencia.