Lo que ocurrió aquel día consta en el Oficio 6310-2018 que elaboró la comisaría de Cajamarca. Según el documento, uno de los tíos de Nicole contó a las autoridades que la menor había sido víctima de una violación sistemática, que les había implorado no continuar con el embarazo, y que por eso él había aceptado buscar un médico que la ayude. Apenas terminó su relato, la policía lo detuvo bajo los cargos de aborto no consentido en el grado de tentativa, penado en el Perú con una pena de 3 a 5 años de cárcel.
Dos semanas después, cuando la Tercera Fiscalía Provincial Penal de Cajamarca abrió investigación por tentativa de aborto y por violación “contra quienes resulten responsables”, se conoció que el agresor de Nicole era Noe Escobal Casas (53), su propio padre. La violó desde que tenía 13 años, con conocimiento de sus tíos y tías, quienes aseguran tenían miedo de denunciarlo.
El círculo de violencia en la historia familiar de Nicole alcanzó antes a su fallecida madre, una mujer con discapacidad que en su adolescencia también fue abusada sexualmente por el mismo Escobal, quien además era su padrastro. Nicole nació producto de esa violación y ahora repetía el abuso con su propia hija, sin que nadie lo impidiera.
Esa misma tarde, por orden del Ministerio de la Mujer y al considerar que no tenía familiares que puedan cuidar de ella, Nicole fue enviada a la Casa Hogar de la Niña Belén, una institución administrada por la Beneficencia Pública que acoge a menores infractores y en abandono en la ciudad de Cajamarca. La mantuvieron allí hasta que dio a luz en mayo de este año. No se supo de ella hasta hace dos semanas, cuando la Policía ingresó al albergue tras recibir otra llamada: el bebé había muerto. Las primeras indagaciones indican que el niño se asfixió cuando se alimentaba.