¿Quiénes son Agustín Laje, y su maestro, Nicolás Márquez, autores de “El libro negro de la nueva izquierda” (El libro… en adelante)? Se trata de una dupla argentina muy mediática por sus posturas contra los derechos humanos, la izquierda y los avances democráticos. Ambos tienen entre sus actividades principales realizar eventos políticos (“conferencias”) por América Latina, publicitando su libro. Según su mirada de la sociedad actual, existe una conspiración internacional, orquestada por la izquierda mundial, las ONG, grupos millonarios y los medios de comunicación, que busca alterar el orden natural de la vida. Sin duda, el contexto de reorganización de las fuerzas más reaccionarias y/o conservadoras (religiosas, políticas, económicas) en todo el mundo, ha favorecido la expansión de contenidos como los de El libro... Muchas iglesias, partidos y empresas tienen el poder y los recursos para financiar sus viajes y eventos, además de enarbolar juntos un mismo proyecto histórico: vida, familia y propiedad privada.
Laje ha visitado Perú desde el 2017, en el contexto de discusión de las políticas estatales de igualdad de género, el estallido feminista del 2016 con la marcha “Ni una menos” y la política religiosa en las calles e instituciones. En 2019, Laje y Márquez vinieron a dar la conferencia “Desenmascarando a la ideología de género”, organizada por la congresista fujimorista Nelly Cuadros, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En las afueras del evento pude consultar con algunos asistentes. Un señor de sesenta años respondió: “He escuchado que esos argentinos han leído bastante, saben de lo que hablan, su libro tiene varias páginas y desenmascaran este complot de los países del primer mundo.” A mi lado un joven le comentaba a otros sobre la importancia de la naturaleza para la comprensión de la conducta del hombre y la mujer. Ese parecía que era el público: convencidos y curiosos proclives a nociones jerárquicas y esencialistas de la vida.
El estilo de Laje tiene un claro patrón: tergiversar las ideas políticas y posteriormente combinarlas con datos trucados de la realidad, exasperando así a su oponente progresista. Por ejemplo, afirmar que como para el posmarxismo cualquier conducta humana es posible, dado que “todo es cultura”, este sería el dato el elemento que explica y nutre a las feministas en su búsqueda de “destruir la familia y promover la pederastia y la sodomía entre la infancia”. En un debate académico ello no tendría base posible, pero en nuestros contextos políticos donde la información llega rápidamente a las redes sociales, Laje y su público reaccionario crean un relato donde él es un héroe que lucha contra un movimiento mundial multimillonario que solo busca destruir los buenos valores de la sociedad.