Desde 2022, el aborto está despenalizado en Colombia hasta la semana 24 de embarazo. De acuerdo a un reporte de El País, desde entonces la Corte Constitucional ha recibido 49 solicitudes de nulidad contra el fallo, pero ninguna ha tenido éxito.
En el Congreso de la República, sin embargo, cerca de la mitad de los 75 proyectos de ley presentados en torno al aborto y derechos sexuales y reproductivos, son regresivos. El movimiento Causa Justa ha reportado que estas iniciativas son impulsadas por grupos antiderechos representados por la autodenominada «bancada provida», que conforman legisladores de las bancadas Colombia, Justa y Libre, Centro Democrático y Partido Conservador.
En setiembre, por ejemplo, se presentó el proyecto “Escucha su Latido”, que busca hacer obligatorio que las mujeres escuchen el latido del corazón del embrión cuando quieran abortar. Se plantea que los profesionales de la salud escuchen el latido del corazón si es detectable y que deben «informar a la gestante que se escucha el latido antes de que ella pueda firmar el consentimiento informado del procedimiento que venía buscando». Sin este paso, el aborto sería imposible, precisa el proyecto. Esta iniciativa fue presentada por representantes de bancadas del Partido Conservador, Centro Democrático y la Liga de Gobernantes Anticorrupción.
“Es habitual que en el Congreso haya debates en torno a los derechos sexuales y reproductivos porque son temas que suelen tener réditos electorales. Ha sido una constante que los movimientos antiderechos utilicen alianzas que tienen con congresistas para mover sus agendas políticas”, comenta Laura Castro, coordinadora de la Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres.
Distintos colectivos y organizaciones de mujeres han manifestado que este tipo de iniciativas no son nuevas, pero sí se han incrementado en los últimos años, como una reacción a la decisión de la Corte Constitucional. Y estas acciones se vienen fortaleciendo desde el Congreso de Colombia, que apenas hace un mes albergó una Convención Provida.