«El aborto es un asesinato, pero lo defiende la izquierda desarmista . Su propuesta es desarmar para someter. En cuanto a nosotros, cuando hablamos de armas tenemos que usar el poder blando, demostrando que el derecho a estar armado reduce las muertes en Brasil», señaló el diputado federal Marcos Pollon, del Partido Liberal.
Por su parte, la portuguesa Rita Matias vinculó el aborto con el marxismo y aprovechó para criticar las teorías decoloniales, asegurando que la llegada de Portugal a Brasil fue con la intención de difundir la fe. «La izquierda hoy quiere destruir la hermandad que tenemos y por eso en la academia comenzaron con teorías poscoloniales y querían poner a Portugal contra Brasil y a Brasil contra Portugal, pero lo que nos une es mucho más fuerte», declaró.
Los ponentes no solo expresaron su rechazo a los derechos sexuales y reproductivos, también a las iniciativas ambientales. Según su visión, la izquierda promueve acciones contra la crisis climática que amenazan la productividad y las leyes del mercado. Además, aseguran que esto se opone al Evangelio.
«El peligro del globalismo internacionalista es desplazar el antropocentrismo y colocar la vida no humana en el centro cognitivo de las acciones políticas (…) Quieren llamar mujer al hombre y llamar al aborto derecho reproductivo… La izquierda no es solo ideológica, es religiosa laica, está creando una nueva religión estableciendo derechos para la llamada madre tierra», dijo Ana Campagnolo, diputada del Partido Liberal en Santa Catarina.
Según anunciaron, ese es uno de los motivos por los que la próxima CPAC tendrá como sede Manaos, un mes antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP) 30 en Belém do Pará en 2025. Según señaló Eduardo Bolsonaro, la cumbre conservadora será una advertencia contra «los retrasos que promoverá el ambientalismo globalista».