«Más de 20 estados de nuestro país tienen una prohibición al aborto promovida por Trump, muchos de ellos sin excepciones, incluso para la violación y el incesto. Y si gana, todos sabemos que firmará una prohibición nacional del aborto para ilegalizarlo en todos los estados», señaló Kamala Harris, actual candidata presidencial del Partido Demócrata, en un mitin realizado este año.
En abril de este año, su oponente, el republicano Donald Trump, presumió en una conferencia de prensa ser el responsable de «quebrar Roe vs Wade«. Como se recuerda, el histórico fallo que protegía a nivel federal el derecho al aborto en los Estados Unidos fue revocado en 2022 con los votos de tres magistrados designados por Trump. Tanto el Partido Republicano como su candidato presidencial han sido consecuentes en su oposición al aborto —aunque lo hayan matizado en el marco de la campaña— y existen evidencias de su respaldo al Proyecto 2025, un detallado plan conservador para limitar los derechos sexuales y reproductivos en el país y fuera de él.
La renuncia del presidente Joe Biden como candidato puso en carrera hacia la Casa Blanca a la vicepresidenta Kamala Harris, una abogada afrodescendiente que ha respaldado consistentemente el derecho al aborto. Así, el contraste entre las posturas de los candidatos presidenciales en Estados Unidos es aún más evidente que antes.