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Proyecto de Ley quiere limitar aborto legal hasta la semana 22. A pesar de la violencia del proyecto, el presidente de la Cámara, Arthur Lira, aprobó su urgencia. Sin embargo, hicimos sentir nuestra inconformidad con este intento antiderechos al aborto en Brasil. Miles de personas con caras pintadas cantan la frase ‘niñas no son madres’ en las principales calles de Brasil. Acompañados del sonido de tambores y mucha indignación, más de 70 protestas tomaron las calles de todo el país. Y apenas comenzamos.
Contexto:
El Código Penal brasileño data de 1940 y criminaliza el aborto con penas de hasta tres años para la gestante y hasta ocho años para quien realice el aborto con el consentimiento de la gestante. El mismo documento ya preveía dos hipótesis de aborto legal: para salvar la vida de la gestante y en caso de embarazo fruto de violación. En 2013, una decisión de la Corte Suprema incluyó el aborto de fetos anencefálicos en la lista de abortos no punibles.
En 2022, Brasil logró sacar a Bolsonaro de la Presidencia, pero el Congreso elegido sigue siendo mayoritariamente conservador, blanco y masculino. Son 488 hombres y 106 mujeres. Vivimos una batalla constante contra una ofensiva antiderechos. En 2023, de 42 proyectos que trataron sobre el aborto, 39 fueron desfavorables.
Además, el actual gobierno federal no prioriza la agenda de derechos sexuales y reproductivos. A pesar de un inicio positivo, como la salida del Consenso de Ginebra y la revocación de portarias que imponían barreras a los servicios de aborto legal, no hay una postura contundente sobre la legalización del aborto.
En abril de 2024, el Consejo Federal de Medicina (CFM) publicó una resolución que prohibía a los médicos realizar la asistolia fetal, esencial para la interrupción del embarazo después de las 22 semanas en casos de violación. La Corte Suprema anuló la resolución a mediados de mayo. Pocas semanas después, en junio, 32 diputados se articularon para votar el proyecto de ley que equipara el aborto al delito de homicidio y establece una verdadera cacería a las personas gestantes en Brasil. El texto tiene como objetivo incluir el límite gestacional, hoy inexistente, de 22 semanas para la práctica del aborto legal.
La arbitrariedad de esta propuesta puede ser explicada para el siguiente ejemplo: una niña que sufra violencia sexual y su familia descubra el embarazo producto de esta violencia con 23 semanas, no tendría derecho a interrumpir ese embarazo. De acuerdo con el Anuario Brasileño de Seguridad Pública de 2023, 61,4% de las víctimas de violación son menores de 13 años, están en proceso de desarrollo, por lo tanto, muchas veces la pregunta es, como identificar un embarazo. No hay educación sexual en las escuelas. Muchas no saben identificar un embarazo hasta que es descubierto tardíamente por terceros.
Las calles exigen:
Una encuesta para conocer la opinión de la población sobre el proyecto de ley se abrió el 17 de mayo en el sitio web de la Cámara de Diputados. Hasta el 25 de junio, cuando se escribió este artículo, los resultados demuestran una fuerte movilización de los movimientos y activistas contra este retroceso. Con más de 972.780 votos en «discordo totalmente» (totalmente en desacuerdo), el presidente de la Cámara dio marcha atrás y pospuso la votación del proyecto. Sin embargo, el proyecto aún no ha sido archivado.
Las calles también mostraron su fuerza. Más allá de las movilizaciones virtuales, personas de todo el país ocuparon espacios públicos para mostrar su repudio al retroceso. Movimientos sociales y activistas con la consigna «niña no es madre, violador no es padre». Las manifestaciones ocurrieron diariamente, de norte a sur de Brasil y llevaron a miles de personas a las calles.
Esta no es la primera vez que intentan atacar derechos conquistados, a duras penas, hace 80 años. En discusión desde 2007, el Estatuto del Nascituro es un intento de extender el derecho a la vida al momento de la concepción. En 2022, intentaron aprobar un proyecto que criminalizaba el aborto en todos los casos, reconocía al violador como progenitor e instituía una ayuda financiera para que las gestantes mantuvieran el embarazo fruto de una violación. En esa ocasión, una consulta pública en el sitio web del Senado mostró la fuerza de las movilizaciones. Casi 300 mil personas se posicionaron en contra y el proyecto fue retirado por el autor.
El autor de este proyecto, el diputado Sóstenes Cavalcante, confesó que esto fue parte de una estrategia contra el actual presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. El diputado afirma que quería probar si el presidente vetaría la propuesta, manifestando así su compromiso con los grupos evangélicos. Lamentablemente, no es el único que usa nuestros cuerpos como «tema moral» para movilizar al electorado. Otros nombres involucrados en el proyecto usan sus redes para difundir desinformación y pánico. Sin embargo, la respuesta del presidente en una entrevista con Rádio CBN fue radical: «El ciudadano dice que hizo el proyecto para probar a Lula. Yo no necesito un test, él necesita un test. Quiero saber cómo se comportaría si una de sus hijas fuera violada».
Y una vez más, nuestros derechos están en la mira de los conservadores en Brasil. Además de cumplir con sus agendas ideológicas y atentar contra el estado laico, también usan nuestros cuerpos como herramienta de maniobra política.
¡No solo reaccionamos, actuamos!
La diputada federal Sâmia Bomfim (PSOL-SP) presentó en la Cámara de Diputados un paquete de proyectos de ley que buscan asegurar el acceso al aborto legal en Brasil. Estos proyectos, elaborados en colaboración con la antropóloga Debora Diniz, abordan varias barreras que actualmente impiden a las mujeres y personas gestantes acceder a este derecho.
- PL 2520: Acceso Pleno a los Derechos Reproductivos
- Este proyecto establece que los servicios de salud pública deben contar con profesionales capacitados y evitar cualquier retraso o rechazo del aborto legal debido a la objeción de conciencia. En casos donde un médico se declare impedido por objeción de conciencia, el centro de salud debe transferir inmediatamente al profesional y solicitar otro para realizar el procedimiento.
- PL 2521: Información Obligatoria a Víctimas de Violación
- Este proyecto obliga a los profesionales de salud de unidades públicas y privadas a informar a las víctimas de violación sobre la posibilidad de interrumpir el embarazo. El incumplimiento de esta obligación se considerará omisión de socorro según el Código Penal. La información debe ser registrada en el historial médico de la paciente.
- PL 2522: Delito de Omisión de Socorro
- Este proyecto tipifica el delito de omisión de socorro en casos donde no se ofrece acceso al aborto legal debido al uso de la objeción de conciencia, tanto en servicios públicos como privados. Establece que las convicciones personales de los profesionales médicos no pueden prevalecer sobre el deber de proporcionar atención médica y cumplir con la ley en casos de aborto autorizado.
El destino de estos proyectos depende de nuestro congreso conservador, pero no perderemos el valor de luchar por un país más seguro y justo. Como cantamos en nuestras manifestaciones: «eu sozinha ando bem, mas com você ando melhor, companheira me ajude que eu não posso andar só» (sola camino bien, pero contigo camino mejor, compañera ayúdame que no puedo andar sola). Y seguiremos en lucha hasta que todas, todes y todos seamos verdaderamente libres.
Información veraz, articulación regional e investigaciones rigurosas
En este portal damos alerta de los avances y las estrategias que el fundamentalismo y la agenda antiderechos implementan en los países de la región y resaltamos a las voces y propuestas que están dispuestas a combatirlos y que defienden los derechos reproductivos, la diversidad sexual y el enfoque de género.